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28 de febrero de 2016

A 60 días de mi jubilación

No me jubilo, el sistema me echa. Porque no me estoy jubilando debido a que esté cansado de enseñar o de la escuela como institución; me jubilo porque no puedo soportar más el desastre que es el aula y la escuela… El sistema educativo está en una crisis terminal.
Los valores están degradados, ya la educación no es una prioridad en la mayoría de las familias; cumplir con las obligaciones, estudiar, dar lo mejor de sí, mejorar en las cosas que hacemos mejor, ayudar al otro… El respeto por uno mismo y por los demás ya casi no existe.

En el ambiente educativo se sabe perfectamente que si hay escuelas que abren sus puertas y funcionan, se debe al trabajo de 4 o 5 personas (difícilmente, haya alguna más para contar) que ponen todo de sí para que se puedan desarrollar las tareas. Gente que trabaja más horas de las que les pagan, que hacen trabajos diferentes al del que tienen asignado. Pintar, arreglar un enchufe, un banco, una silla, un pizarrón y hasta una computadora; hacer modelos de planillas, realizar tareas en contra turno y en su casa… Son muchas las maestras que dan de comer y asean a sus alumnos. Pero son muchos más los docentes que no saben ni lo que deben enseñar… Docentes que comparten sus apuntes, libros, trabajos y estrategias hay pocos. ¿Qué pasa con el resto?
  • Estoy cansado de ver docentes nuevos que lo primero que aprenden es el régimen de licencias pero ni idea tienen de la resolución que pauta cómo presentar un proyecto de trabajo.
  • Estoy cansado de muchos docentes jóvenes que ni un acto escolar quieren preparar.
  • Estoy cansado del “docente taxi” de la secundaria impidiendo que los docentes se integren y comprometan con una escuela.
  • Estoy cansado de la “radio pasillo” criticando sin razón por detrás o dejando “mal parado” a alguien para ganarse el favor de “otro alguien”.
  • Estoy cansado de las faltas de respeto de familiares que mienten descaradamente y hasta utilizan la violencia para justificar malas conductas y actitudes de sus hijos.
  • Estoy cansado de los familiares que “solo se preocupan” de la nota a fin de año sin haberse “ocupado” durante todo el año de la educación de sus hijos.
  • Estoy cansado de las faltas de respeto de los alumnos.
  • Estoy cansado de los que se callan porque no quieren tener problemas y así dejan pasar “cuestiones” que son injustificables.
  • Estoy cansado de los directivos que solo quieren cumplir sus 3 años al frente del cargo para jubilarse; ni se les ocurre que su función es mejorar la educación y la escuela.
  • Estoy cansado de que acciones tipificadas en el código penal pasen por ser faltas leves de parte de los alumnos.
  • Estoy cansado de los alumnos que especulan con el que no se cumplen las reglamentaciones como con las faltas.
  • Estoy cansado de que los alumnos entren a clase a cualquier hora (si entran) y que falten descaradamente todo el año y luego se enojan por su desaprobación.
  • Estoy cansado de los alumnos de formación docente que “estudian” lo que deben para un final con el solo objetivo de repetir como loro lo que consideran que el docente quiere escuchar porque el único objetivo es aprobar la materia en vez de aprender en serio. Y cuando consiguen un cargo en una escuela, hacen “cualquier cosa”.
  • Estoy cansado de las críticas sin razón y mal intencionadas en los concursos docentes de superior por la Resolución Nº 5886/03. En muchos estuve, en otros no pero en todos el ambiente “estuvo muy mal”.
  • Estoy cansado de aquellos que dicen ser docentes y se prenden en todos los paros descuidando la educación de los alumnos. Jamás plantearon un paro para mejorar la calidad educativa, nunca lo hicieron.
  • Estoy cansado de que cada paritaria haya paro o amenaza de paro dejando cerradas a las escuelas públicas degradándolas a más no poder. ¿No hay otras formas de protestar? Claro que sí, pero no les interesa ni a los sindicalistas ni a muchos docentes.
  • Estoy cansado de escuchar mentiras y aberraciones solo por considerarse “docente militante”.
  • Estoy cansado de políticos y sindicalistas que dicen tener a los alumnos y nuevas generaciones como prioridad y luego vemos en la práctica diaria que todo es mentira.
  • Estoy cansado de ver cómo utilizan a la escuela pública y a los alumnos para actos partidarios.
  • Estoy cansado de que el verso de los “pedagogos de escritorio” sea repetido por muchos inspectores, autoridades y docentes de aula sin tener la más mínima idea de que eso no es parte del conocimiento ni de la realidad. Y cuando las cosas salen mal, siempre la culpa termina siendo del docente.
  • Estoy cansado que se me espete que debo ser contenedor, payaso, aprobador, inclusor, entretenedor y, por ende, no ser docente.
Sí, estoy cansado de la mediocridad. Y temo por el peligro que encierra ya que también me arrastra.

No obstante la catarsis realizada, también tengo que señalar a otra gente que da todo de sí para educar y hacer que las escuelas funcionen (al menos, que tengan la puerta abierta). Los que trabajan sin medir consecuencias, los que ayudan siempre a los otros. Los docentes que comparten el fruto de su esfuerzo, las familias que todavía consideran importante a la educación y alumnos que quieren aprender en serio. Gente que todavía cree en que los valores son importantes.

Y esto que escribí más arriba no significa que soy un “dinosaurio” o un “viejo rezongón”. Soy una persona que está preocupada por el futuro. ¿Cómo ejercerán su profesión los médicos, los electricistas, los docentes, los ingenieros, arquitectos y gasistas? ¿Qué “calidad” tendrá su trabajo si se “educan” en este sistema social y educativo que prácticamente se estrella contra una pared de indiferencia, antivalores, avivadas y demagogia inconcebibles?

Me queda el agradecer a tantísima gente por su cariño y apoyo; por haberme brindado su amistad y ayuda y, sobre todo, a quienes me enseñaron con sus ejemplos. Muchas gracias.

Se dice que cuando una sociedad toca fondo, comienza el rebote y su mejora. Espero que así sea. Me jubilo, pero no me retiro, seguiré en esta sociedad trabajando desde otro lado y aportando lo que pueda para que mejoremos todos.


Federico Martín Maglio, 28 de febrero de 2016

20 de febrero de 2016

Umberto Eco ha fallecido

Filósofo y sociólogo. Es el autor de obras conocidas como "El nombre de la rosa" y "El péndulo de Foucault" y de gran cantidad de ensayos publicados en todo el mundo.
A los 84 años, falleció el 19 de febrero de 2016.

Una gran pérdida para la cultura de la humanidad. En lo personal, espero que sus trabajos sean dignificados con nuestros estudios. Seamos dignos, honremos su gran inteligencia.

Una de sus frases más fuertes es...
"Sabiduría no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca".

Umberto, hasta siempre, lo tendremos presente en todas nuestras clases.

17 de febrero de 2016

Ñoquis y destrucción educativa: De eso no se habla

Reproduzco en esta entrada en forma completa la nota publicada hoy, 17 de febrero de 2016, en el Diario Hoy de La Plata.
Para ver la nota original, pulsar aquí.

Baradel, cuestionado dirigente de Suteba, tras la paritaria realizada ayer

EN FOCO

Las paritarias nacionales y bonaerenses ayer, nuevamente, tuvieron la presencia de dirigentes sindicales que, en lugar de negociar salarios, deberían estar dando explicaciones a la Justicia por el saqueo orquestado durante la era K.

Realmente cuesta entender y aceptar que, desde la máxima conducción del Estado, no se haga la más mínima objeción al hecho de que, por ejemplo, uno de los dirigentes que se sentó en la mesa de negociaciones haya sido el titular del SUTEBA, Roberto Baradel (un ferviente promotor de la candidatura a gobernador del procesado Aníbal “La Morsa” Fernández en las últimas elecciones) que, pavoneando su ancho abdomen, dijo tras finalizar el encuentro que se dedicará a analizar la oferta recibida.

La realidad es que, si realmente el gobierno estuviera comprometido en la lucha contra la corrupción, y en recuperar un sistema de educación pública que se encuentra en ruinas, lo primero que debería hacer es poner todas las cartas sobre la mesa y aportar todos los elementos necesarios para que los responsables de esta situación, como Baradel y varios funcionarios K, estén en el banquillos de los acusados.

Durante los últimos años, en las páginas del Hoy, mostramos con lujo de detalles, con pruebas concretas y contundentes, cómo la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), la cartera educativa más importante del país, fue convertida en una cueva de ñoquis. Si todas las personas que aparecen nombradas decidieran concurrir a la sede central no resistirían los cimientos del histórico edificio que, en el siglo XIX, fue ocupado por Domingo Faustino Sarmiento.

Estamos en pleno siglo XXI y si el ilustre prócer se levantara de su tumba, y viera en lo que han convertido al sistema educativo bonaerense que tanto ayudó a levantar, no tardaría en hacer tronar el escarmiento.  Ocurre que, en los últimos años, se terminó de dilapidar el prestigio de la educación pública al punto tal que Baradel, y sus secuaces, aplaudieron cuando el gobierno de Daniel Scioli ordenó suprimir los aplazos como forma de manipular las estadísticas. Eso no fue todo: hicieron uso y abuso del sistema de licencias. Por eso, mientras numerosas escuelas pierden todos los años valiosos varios días de clases por la falta de maestros, hay nombrados un promedio de cinco docentes por cargo. Peor aún, existen indicios de que serían más de 30 mil los agentes nombrados en la DGCyE que cobran sin prestar ningún tipo de servicio. Muchos de ellos reportan al propio titular de SUTEBA, camuflados bajo la figura administrativa conocida como “órdenes técnicas”, que se contarían por miles en la Provincia. 

Todos ello lleva a que gran parte del presupuesto educativo, en lugar de destinarse a construir más y mejores escuelas -y a capacitar a muchos docentes que no tienen las herramientas y los recursos de estar a la altura del avance de los nuevos conocimiento y saberes- se termine derivando a sostener esta elefantiásica estructura clientelar.  

Como lo expusimos reiteradamente las páginas de Hoy, Baradel también está seriamente sospechado por el vaciamiento del IOMA. Es más, su representante en el directorio de la principal obra social bonaerense,  Patricia Viviana Nisembaum, se encuentra involucrada en casi todas las denuncias penales de corrupción que actualmente tramitan en la Justicia Penal de La Plata y que fueron realizadas, oportunamente, por los profesionales del Instituto. Como si todo esto fue poco, Nisembaum también formó parte –y lo sigue haciendo- de la Obra Social Docente (Osplad) que también fue vaciada durante la era K, al punto tal que actualmente se encuentra en convocatoria de acreedores. Las sospechas apuntan a que se habría utilizado fondos de esa obra social para financiar la estructura política de la rama kirchnerista de la CTA, central sindical que es conducida por el jefe político de Baradel: Hugo Yasky.

Algo similar ocurre con los distintos representantes que tuvo el titular de UPCN, Carlos Quintana, en el directorio del IOMA, con el agravante además de que varios de ellos están implicados y procesados por delitos realmente infames como es haber desviado medicamentos oncológicos de alto costo, que deberían haber sido recibidos por afiliados enfermos de cáncer, para ser vendidos clandestinamente en una red de farmacias.

A esta altura, que una persona se vista con ropajes de gremialista para sacar ventajas personales en detrimento de la salud de sus representados es tan condenable como un cura pedófilo.

La pasividad del gobierno de Mauricio Macri llama la atención. Ya mostró una peligrosa genuflexión cuando en los últimos días aceptó los aprietes de Hugo Moyano y echó para atrás las modernización del sistema bancario, que hubiese implicado que todos los clientes –en su gran mayoría trabajadores- pudiera recibir los resúmenes de forma on line, algo acorde a los nuevos tiempos. El argumento esgrimido es que, supuestamente, unos cuantos carteros, que aportan a la caja sindical de Moyano, debeían cambiar de función. Un auténtico anacronismo, como si aún viviéramos en la época de las carretas.

Esperemos, por el bien de todos los argentinos, que tanto Macri como la gobernadora María Eugenia Vidal sepan entender los graves problemas que afronta el país y actúen en consecuencia.

6 de febrero de 2016

Dos palabras que deben desaparecer del ámbito educativo

¿Dos palabras? Sí, hay dos palabras que deben desaparecer del ámbito educativo para que se pueda tomar conciencia de cómo se ha perdido el tiempo en los últimos 20 años cuando los “pedagogos de escritorio” (la mayoría relacionados con la FLACSO) colonizaron con sus pavadas las políticas educativas nacionales y provinciales. Tales palabras son “reflexión” y “desafíos” (deben desaparecer en cuanto a las formas en que fueron y son utilizadas).


  
REFLEXIÓN

Significado en la Real Academia Española:
(Del latín reflexio, -onis). Acción y efecto de reflexionar. 2) Acción y efecto de reflexionar. 3) Véase círculo, cuadrante de reflexión. 4) Advertencia o consejo con que uno intenta persuadir o convencer a otro. 5) Véase ángulo de reflexión. 6) Gramática. Manera de ejercerse la acción del verbo reflexivo.
Reflexionar: Considerar nueva o detenidamente una cosa.

Significado en diccionario de las ciencias de la educación:
Acción y efecto de analizar los contenidos y operaciones de la propia conciencia.
En la filosofía escolástica, la reflexión se concebía como una propiedad exclusiva de las sustancias espirituales, por la cual el intelecto puede volverse completamente sobre sí. La filosofía moderna define la reflexión como introspección, es decir, conocimiento o autoanálisis de los contenidos de la conciencia.

Significado en el ambiente educativo:
La mayoría de las autoridades y docentes que utilizan asiduamente este vocablo lo hacen porque del tema que tratan no tienen idea.  No saben sus causas y por ello, no saben cómo resolverlo (al tema tratado).
“Reflexión” es un sinónimo de “hablemos por hablar” sobre determinado tema. Elucubremos pensamientos al boleo y hasta sin conexión ni relación con las realidades vividas en las escuelas.

Consecuencias en la educación:
Vivimos en una “reflexión permanente” dando vueltas y más vueltas a diversas problemáticas sin que se realicen acciones concretas para resolver sus causales. Es el “diagnóstico permanente” de las bajadas realizadas por las autoridades nacionales y provinciales en sus documentos y hasta en las Jornadas de Capacitación en servicio (con suspensión de las clases) que desde el 2014 de llaman P.N.F.P. (Programa Nacional de Formación Permanente).
En tales encuentros se reciben siempre las mismas cuestiones para “reflexionar”. Son repetidas. Las vienen repitiendo desde aquellos famosos Módulos (del 0 al 9) que comenzaron en 1995.
“Reflexionemos…”, expresó una diputada en el Congreso de la Nación (Conti). Siempre lo mismo.


DESAFÍOS

Significado en la Real Academia Española:
Acción y efecto de desafiar. 2) Rivalidad, competencia. 3) Carta o recado verbal en que los reyes de Aragón manifestaban la razón o motivo que tenían para desafiar a un ricohombre o caballero.

Significado en diccionario de las ciencias de la educación:
No existe la palabra en los diccionarios de las ciencias de la educación que fueron consultados.

Significado en el ambiente educativo:
Las autoridades y docentes no saben qué hacer con un problema “x” existente en la escuela. Entonces, es un “desafío” que se tiene el tener que enfrentarlo. Se realizan proyectos basados en el “diagnóstico permanente” (fruto de la “reflexión”) y se expresa en su fundamentación y en la columna o apartado de acciones (si la hubiere) que tal problema es un “desafío” para la escuela y bla,bla, bla, bla, bla…

Consecuencias en la educación:
Ante cada problema existente, se abren instancias de trabajo para solucionarlos. Ahí está el inconveniente. Porque al plantear que tal problema es un “desafío” queda en la idea y no se ejecuta en la práctica. Esto sucede, generalmente, porque las autoridades y docentes no saben o no pueden o no quieren realizar acciones específicas para solucionarlo.
Por ejemplo, los alumnos integrados. Expresan que “son un desafío” para los docentes, pero con eso no solucionamos el problema expuesto. Y en la mayoría de los casos existentes, un alumno integrado no es atendido como se debe porque los docentes no están preparados para enseñarles mientras los otros 25 “se están matando” comportándose como neardenthales. Los docentes de los niveles primario, secundario y hasta terciario o superior no son docentes preparados para enseñar a chicos con “capacidades diferentes”.
Otro ejemplo es el tema de las drogas en los alumnos. ¡Qué gran desafío es enfrentar este tema! Claro, pero nada se soluciona realmente al no tener manera de actuar. ¿O le darán unas lindas calibre 45 más 4 cargadores completos a todos los docentes para enfrentar a los narcotraficantes?
Un último ejemplo es la existencia de una situación complicada: La mayoría de los alumnos del secundario de una escuela se llevan a rendir muchas materias. ¡Otro gran desafío! Sí, pero queda en la nada ya que el diagnóstico está mal hecho. Si no se resuelve en la sociedad y la familia el tema de que estudiar, realizar las tareas pautadas y asistir a clases requieren que la educación sea un valor importante y primordial, entonces seguiremos sin resolver el tema y echando la culpa a los docentes exigiéndoles que “cambien sus estrategias”. Ahá… Pero… Si cambiamos las estrategias, ¿a quiénes las aplicamos? Porque la recurrente ausencia de los alumnos está en un nivel inconcebible; hasta las pruebas PISA dieron cuenta de esta situación y la Argentina está en el puesto 65 de 65 países medidos en el tema de las faltas a clases.
Cuando los educadores no tienen en claro cuál es su misión de ser docentes y carecen de ideas claras sobre lo que hay que hacer en una escuela, con solo una mentira es suficiente para poner en duda todas las verdades.

Es necesario que los docentes recuerden o estudien en profundidad para qué es una escuela, cómo se la debe gestionar, qué valores debe defender y enseñar y cómo se debe hacer. Esto será el mejor escudo contra la charlatanería, la pérdida de tiempo y el caer en un pozo cuando un docente “pierde la brújula” y no sabe dónde está parado.


Diccionarios de los que fueron tomadas las definiciones:
  • Diccionario de la Lengua Española, vigésima primera edición, Madrid, 1992.
  • Diccionario de las Ciencias de la Educación, Editorial Santillana, México, 1995.

Federico Martín Maglio, 6 de febrero de 2016