En el Diario "El Norte" de la ciudad de San Nicolás, hoy (11 de septiembre de 2010) se publica en su Suplemento Cultural, una mesa redonda con el periodista Rubén Sisterna en la que participé comentando pareceres sobre esta querida ciudad. La nota original del diario es accedida desde
este enlace.
Diálogos en el Bicentenario: XVI
Hoy se publica una nueva entrega de los Diálogos que el Diario EL NORTE inició en mayo pasado a propósito del Bicentenario de la Patria, invitando a representantes de distintos ámbitos de la ciudad. Naty Bartolini, Osvaldo Baccaro y Martín Maglio fueron los invitados de este encuentro en que dejaron sus opiniones y puntos de vista.
Rubén Sisterna
diarioelnorte@diarioelnorte.com.ar
En un nueva mesa de los Diálogos en el Bicentenario que EL NORTE viene publicando en su suplemento cultural desde mayo, realizada el lunes pasado participaron tres invitados: Naty Bartolini, Osvaldo Baccaro y Martín Maglio.
Los participantes opinaron que el nicoleño es conservador, hablaron del crecimiento desmesurado que tuvo la ciudad en las últimas décadas, y se criticó a la dirigencia que no ha hecho nada desde los años 80 a esta parte (“Del Rodrigazo para acá San Nicolás entró en un tobogán”).
Además se recordó a la generación de nicoleños que hizo las grandes obras como el Teatro Municipal Rafael de Aguiar, construido en el año 1908 a instancias de los propios vecinos.
Y se destacó la falta de interés en desarrollar humana, política y culturalmente al nicoleño.
Por otro lado Diario EL NORTE agradece a las autoridades del Colegio Nacional Justo José de Urquiza por haber permitido al profesor Maglio, participar de este encuentro.
Cabe recordar que este espacio del diario cuenta con el acompañamiento del Instituto Superior de Formación Técnica Nº 178 de San Nicolás.
Osvaldo Baccaro: -Yo creo que el nicoleño tiene “espíritu de boliche”. Doy un ejemplo: si yo tengo un negocio, es próspero, gano guita, entonces pienso en irme de vacaciones pero no en agrandar el negocio, en darle lustre y adecuarlo para la ciudad.
Naty Bartolini: -Convengamos algo. El nicoleño es muy conservador, demasiado temeroso de lo que no conoce. San Nicolás tuvo un aporte muy grande (a partir de Somisa). La ciudad podría haber sido mejor organizada. ¿Por qué quedó tan desparramada la ciudad?.
Baccaro: -Eso tiene una explicación: el loteo no lo hicieron los arquitectos sino los rematadores. Hay gente en la periferia que no conoce el centro. Un día me encontré con un ex boy scout en la calle que me dijo: “Baccaro, yo conocí el centro gracias a usted”.
Bartolini: -Una vez hice una muestra en el hall de entrada del Teatro Municipal. Y había un grupo de chicos mirando a través del vidrio. Les pedí que entraran. Entonces les dije que el Teatro es de todos, no es patrimonio de unos pocos.
Baccaro: -En la Feria del Libro nos tomábamos el trabajo de ir a buscar a los chicos con colectivos especiales en las escuelas de la periferia y los llevábamos a visitar la feria. Había pibes que nunca habían estado en la Escuela Normal, les parecía un palacio.
-No tenemos conocimiento de los numerosos hechos históricos que ocurrieron acá por la ubicación estratégica de la ciudad.
Martín Maglio: -Exacto. San Nicolás era “zona de paso” entre la ciudad de Buenos Aires, que era el centro económico, cultural y político, y el resto de las provincias. Todo pasaba por acá. Hasta que no se habilitó la campaña de Roca, todo pasaba por San Nicolás, tanto de ida como de vuelta. En algún momento hasta se planteó que podía ser la capital del país. Pero si el país iba a ser como es San Nicolás yo la dejo donde está (a la capital). San Nicolás es un lugar caótico, no tiene proyecto de nada. No ha tenido una generación de dirigentes que pensaran una ciudad a futuro. Ya en los 80 se decía que el tránsito era caótico. ¿Y qué se hizo desde los 80 para acá?. Nada. Hace 30 años que estamos en la nada. No tenemos problemas desde la privatización de Somisa, viene de antes. La década del 80 fue terrible. Desde el plan Austral en adelante se profundizaron los problemas que habían iniciado ya con el Rodrigazo. Del Rodrigazo para acá San Nicolás entró en un tobogán. Con Alfonsín ya se hablaba de la privatización de Somisa.
-¿A qué atribuís que no se haya hecho nada en 30 años?.
Maglio: -A la calidad de su dirigencia política. Es muy mala. No se plantean proyectos de desarrollo urbano, ni de desarrollo productivo. Desde la década del 60 productivamente hablando no se abrió prácticamente nada. Al contrario, se han cerrado centros productivos. Por la 188 pasan miles de camiones todos los años cargados de soja. Y allí (en la 188) no hay ninguna planta procesadora para hacer aceite, leche, harina, milanesas. No hay nada. Y tenemos miles de desocupados. O en la zona del río y las islas. ¿Productivamente que hay allí?.
Bartolini: -Hay mucho para manufacturar y hacer.
Maglio: -Tenemos todo naturalmente armado para instalar criadores de pescados. No hay nada. Pareciera que no interesara hacer. Pareciera que estan cómodas algunas personas con que haya desocupados y pobres porque así se acentúa el clientelismo político en las elecciones. Entonces no hay ningún interés en desarrollar humanamente, políticamente, culturalmente, porque de esa manera hay clientes políticos por todos lados.
Baccaro: -Y agregaría a eso que hay una falta de interés de la gente en participar. En las instituciones nicoleñas hoy en día no hay relevo, porque no entra gente joven. ¿Serán los jóvenes que no quieren participar o seremos los viejos que no queremos dejar la manija?. Hoy en día los jóvenes no están agrupados, ni en los sindicatos, ni en los partidos políticos, ni en las parroquias, ni nada.
-Están agrupados en Facebook.
Bartolini: -Pareciera que hoy los chicos miran y no saben adónde ir, qué hacer.
Baccaro: -Es porque hay muchos vagones y pocas locomotoras.
Maglio: -No hay expectativa a futuro porque no hay proyectos. Es solamente vivir el hoy. No veo en los chicos que haya expectativas de establecerse un objetivo, tener un título en la escuela para poder aspirar a un trabajo y nada más. No hay algo que supere eso. Es conseguir un trabajo o conseguir un plan, para sobrevivir. No hay políticas de Estado. Nuestra dirigencia política nunca ha acordado una política de Estado donde se apliquen determinados proyectos y continúen en el tiempo. No hay un compromiso de comunidad, acá hay una pelea individual para ver quién hace algo para ganarse el favor de determinadas personas.
Baccaro: -Tenemos un grado sumo de mediocridad.
Maglio: -Estamos diciendo que San Nicolás es una ciudad rica por todo lo que produce. ¿Dónde está todo eso?, ¿adónde fue en estos 50 años?. A mis alumnos les digo que lamentablemente si en la Argentina algo se puede hacer mal, en San Nicolás lo hacemos peor. Acá hay aberraciones por todos lados; hay cosas que no veo en ningún otro lugar de la Argentina.
-San Nicolás es una ciudad de “vecinos”, no de “ciudadanos”.
Maglio: -Es así. Mirando la historia todos los grandes emprendimientos vinieron de afuera. Subiza tuvo mucho que ver en Somisa, pero los capitales vinieron de afuera. Igual que en Protto, en la fábrica de telas de La Emilia, la fábrica Estela. Todo vino de afuera. ¿Qué es lo que se generó desde acá como polo productivo serio?. Son muy pocas las personas que en San Nicolás han planteado algo a futuro. El último gran intendente que hizo cosas pensando a futuro estuvo en la época de Morteo, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Baccaro: -La generación que hizo el Teatro, el Hospital, soñaba a futuro, hacía grandes obras. Nosotros no hacemos grandes obras porque no soñamos con el futuro, tenemos espíritu de boliche.
Maglio: -Yo noto un grave problema en el tema de los valores; por ejemplo, el valor trabajo, el valor esfuerzo, el valor educación. La educación no aparece en la mayoría de los nicoleños (de acuerdo a lo que veo en las escuelas) como una prioridad. Entonces cualquier cosa que uno quiera hacer, sino se trabaja paralelamente en la reafirmación y reconstrucción de una escala de valores, todo va a caer en saco roto. En San Nicolás siempre está el no-hacer, y cuando se hace algo, se hace mal.
Bartolini: -El no siempre está primero.
Maglio: -Exacto. Si sabemos que nuestra ciudad tuvo un crecimiento caótico, ponganle fin, hagan un reordenamiento urbano como corresponde, fijen políticas para la construcción de calles, el tema del asfalto. Son todos parches.
-Hace pocos días la Cámara de Comerciantes del Microcentro, presentó un proyecto hermoso para revalorizar el centro, sus edificios históricos, la Casa del Acuerdo.
Maglio: -Además de todo eso habría que promover la creación de otros tres centros; uno al oeste, otro al norte, y otro al sur. Pero para eso se necesitará que los principales bancos pongan sucursales. Hace falta seguridad, dispensarios en serio. No están los recursos pero ir armando de a poco polos para desconcentrar el centro actual. Acá hay una gran afluencia de gente de los barrios y que muchas veces se congestiona tanto que se hace un gran problema poder venir hasta acá (el centro).
Baccaro: Cuando estaban los acercamientos de básquetbol hace muchísimos años había un equipo que se llamaba “Del bulevar pa’ allá”. Qué visionario ¿no?.
Maglio: -En San Nicolás hay chicos que son muy buenos jugando al fútbol y se terminan yendo. Mis alumnos, que juegan al handball, al básquet o al fútbol, están pensando en irse. Nadie está pensando en quedarse acá. Están pensando en probarse en equipos de otras ciudades. Hay chicas que son muy buenas en hockey y también piensan en irse.
-San Nicolás a veces tiene cosas autodestructivas. ¿Por qué somos así?.
Maglio: -Porque no hay identidad con la ciudad. Es una ciudad formada por muchas migraciones, incluso inmigrantes. Entonces no hay arraigo acá. Y las nuevas generaciones no ven en San Nicolás un proyecto de vida, porque todo sigue igual. Hace treinta años que San Nicolás está igual, incluso en la misma cantidad de habitantes.
Baccaro: -Los que más se van son los jóvenes.
Bertolini: -El joven se va porque los padres también empujan para que se vaya a estudiar afuera. Algo para remarcar en la sociedad actual es la pérdida del oficio. No hay más escuela de oficio. Es enorme la necesidad que hay de gente con oficio.
-San Nicolás sigue siendo una “ciudad de paso”, y eso atenta contra el arraigo y la falta de identidad.
Maglio: -Si sigue siendo una ciudad de paso deberían hacer una terminal de ómnibus como la gente, que le den trabajo a la gente haciendo bien las cosas. En el tema turístico, ¿cuántos catamaranes tenemos en San Nicolás hoy para explotar turísticamente el río?. Entonces no se están pensando las cosas en serio.
Baccaro: -En el tema del balneario municipal tendrían que hacer una licitación para construír una pileta, un complejo, cobrando entrada. A la gente que viene al Santuario no se la puede considerar turista, son peregrinos. Viajan 24 horas en el colectivo, duermen ahí arriba, traen una viandita. Después no se puede pretender llevarlos a pasear.-