Por si alguien no se informó, pueden leer...
- Cristina dura con los docentes: "Trabajan cuatro horas y tienen tres meses de vacaciones"
- Cristina habló ante el Congreso durante más de tres horas
Video específico de lo que expresó la presidente el 1º de marzo de 2012 al inaugurar (que no inauguró) las Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación...
CARTAS ESCRITAS POR DIVERSOS DOCENTES A LA PRESIDENTE
Y SÍ, SRA. DE KIRCHNER, VIVIMOS EN OTRO PAÍS…
“Tengo un gran aprecio por todos los docentes, pero creo que han quedado atrapados por la lógica de otro país”, deploró la presidenta.
Y sí, efectivamente, vivimos en otro país.
- En el país de la presidentE, los docentes no tenemos que comprarnos nuestro propio material. En el nuestro, a los libros que usamos o los compramos o nos lo regalan las editoriales, nunca el estado.
- En el país de la presidentE, los docentes tenemos tres meses de vacaciones. En el nuestro, los cuarenta días que determina el Estatuto del Docente.
- En el país de la presidentE los docentes somos respetados y hemos logrado una mayor jerarquización. En el nuestro, a los docentes se los insulta, se los degrada y hasta se los amenaza y se los golpea, y no hay protección para ellos.
- En el país de la presidentE, a la inflación la determina Moreno. En el nuestro, la determinan los aumentos que vemos todos los días en el supermercado.
- En el país de la presidentE se ha invertido mucho en ferrocarriles. En el nuestro, viajar en tren es una odisea que, por desidia o por inoperancia, ha costado muchas más vidas que las 51 de la semana pasada.
- En el país de la presidentE, hay más seguridad social. En el nuestro, se cometen robos y se mata a gente por un celular o un par de zapatillas.
- En el país de la presidentE hay un sostenido crecimiento económico. En el nuestro, hay comercios que cierran sus puertas y la plata rinde cada vez menos.
- En el país de la presidentE la recaudación ha sido un récord. En el nuestro, puteamos todos los meses por lo que nos descuenta la AFIP, porque nos cobran un impuesto al trabajo por tener la desvergüenza de estar horas y horas en las escuelas para ganar un mango más y vivir dignamente, sin subsidios y sin ayuda de nadie.
- Es verdad, Sra. de Kirchner, vivimos en otro país. Tal vez, si en vez de informarse de lo que pasa en la realidad a través de los obsecuentes y fanáticos que nos intenten vender una verdad fraguada, lo hiciera a través de los que todos los días salimos a la calle y nos rompemos el lomo para vivir con dignidad, entendería lo que le sucede verdaderamente a la gente.
SEÑORA PRESIDENTE:
Permítame hacerle algunas correcciones a su discurso dado en el día de ayer en la apertura de las sesiones legislativas. Antes que todo quiero aclararle que todo lo que voy a decir en este escrito no lo digo bajo la influencia de nadie, ni de Clarín, ni de La Nación, puedo “pensar” por mi mismo. Usted dice que en las paritarias docentes lo único que se habla es sobre el salario. Es verdad que lo que sale en los medios es solamente ese tema, pero no es un tema menor. Confunden cuando dicen que garantizarán un sueldo mínimo de 2.800 pesos, sin aclarar que el básico es de 1.211, el resto son sumas en negro, que no inciden ni en aguinaldo, ni jubilaciones. Convengamos que el estado es el primero en pisotear las leyes laborales al pagar sumas en negro. Pero este tema no es la única discusión en las paritarias, también se discute la infraestructura de nuestros colegios, planes de estudio, seguridad laboral (recuerde que somos blanco fácil de padres que más que padres son simios), el salario familiar, etc.
Usted se refirió al ausentismo docente, tal vez el único punto en que por lo menos podemos estar de acuerdo, porque es verdad que hay compañeros que faltan más de la cuenta, pero usted no puede poner en una misma bolsa. Que haya políticos que se enriquecen a costa del Estado no significa que todos hagan lo mismo.
Afirmó que solo trabajamos 4 horas. No aclara que las que están 4 horas al frente del grado son las maestras de la escuela primara. ¿Pero sabe usted cuanto tiene que trabajar esa maestra en su casa para poder estar más de 4 horas frente al curso? Le aseguro que por lo menos otras 4 horas más, y si se interioriza un poco, verá que muchas hasta tienen que trabajar el sábado y el domingo corrigiendo trabajos, preparando textos, estrategias, etc., y esto lo se de ver la experiencia de amigos docentes. Por otro lado, los de secundaria, trabajamos las horas que podemos conseguir en los actos públicos, dicho sea de paso estos están plagados de vicios. Por ahí trabajamos 2 hs un día, 8 el otro, 6 el que sigue, depende de la suerte de cada uno, pero en todos los casos, en casa hay que preparar clases, estudiar, corregir, seleccionar textos o actividades, y eso también es nuestro trabajo.
También se refirió a nuestras vacaciones. Por si no lo sabía, los tres meses de vacaciones no son para los docentes, son para los alumnos que estudiaron y no se llevaron ninguna materia. Nosotros a partir de Febrero estamos a disponibilidad de las escuelas, tomamos los exámenes del turno de Febrero. Lo lamentable de usted es que, siendo la PresidentE de todos, aunque todos no la votamos, y sabiendo todo esto que le dije (porque no creo que no lo sepa, solo que, obviamente, no lo va a admitir), pronuncie un discurso para que quienes no tienen ni idea de como es nuestra labor se nos vuelvan en contra.
Desprestigia nuestra actividad, nos quita autoridad ante padres y alumnos, da pie a infinidades de opiniones que no tienen ni pie ni cabeza, y como siempre, la educación de los jóvenes y el salario justo para quienes trabajan, queda de lado. Toda esta farsa que usted está manteniendo ahora un día la vamos a tener que pagar.
Ing. Ringler, Sergio. Profesor de área Técnica.
CARTA DE UNA MAESTRA
Yo jamás le falté el respeto a la Presidente, pero el discurso de ayer fue lo más patético, e irrespetuoso que pudo ser para cada uno de los docentes que la escucharon.
Es una ignorante, porque realmente habla desde el sillón del autoritarismo...
La invito a que pase un sólo día de su vida, en el cuerpo y la cabeza de un docente.
- CAMBIE SUS CIENTOS PARES DE ZAPATOS IMPORTADOS... Por un par de zapatillas embarradas después de llegar un día de lluvia hasta la escuela.
- CAMBIE SU AUTO DE LUJO CON CHOFER PERSONAL... Por un micro repleto de gente llena de bronca que llega tarde a trabajar.
- CAMBIE SU CARTERA DE 3000 DOLARES... Por la mochila o portafolio pesado y repleto de libros y cuadernos que llevamos a casa para corregir.
- CAMBIE SUS MANOS ENCREMADAS Y SU CARA DE IMPECABLE MAQUILLAJE... Por las de un docente que vuelve a su casa con las manos resecas y envuelto en tiza.
- CAMBIE SU DISCURSO PRACTICADO LLENO DE AGRESIVIDAD E IRRESPETUOSO HACIA QUIENES GOBIERNA... Por su voz afónica de tanto explicar un mismo tema de mil formas para que sus 10 o 20 alumnos lo aprendan.
- CAMBIE SU GENTE BIEN PAGA QUE LA APLAUDE Y OVACIONA... Por algunos padres violentos y alumnos que descargan su furia por la miseria que viven, teniendo de blanco a sus docentes.
- CAMBIE SUS VIAJES POR TODO EL MUNDO "DE NEGOCIOS" EN HOTELES DE 100 ESTRELLAS Y AVIONES DE PRIMERA LINEA... Por el trabajo de docentes que en urbanos repletos, micros, a dedo o hasta en canoas llegan a villas miserias, islas que ni conoce y caminos rurales para dar clases a un puñado de niños.
- CAMBIE SUS DIAS DE SPA, SUS EMPLEADAS DOMESTICAS, Y CADA UNO DE SUS EMPLEADOS PERSONALES... Por UD misma, volviendo a casa después de su jornada laboral con trabajo pendiente, carpetas que preparar, su casa para limpiar, su ropa para lavar, sus hijos para atender, la reunión de padres para asistir, un padre a cargo, una pareja que la necesita y/o una mascota que también demanda su tiempo y cariño.
- CAMBIE SU POSIBILIDAD DE AYUDAR A MILES TENIENDO TODOS LOS RECURSOS PARA HACERLO... Por la angustia que vive el docente que trata de cambiar las pesadillas de vida de sus alumnos y sólo tiene una tiza y su voz para lograrlo.
Y ASI PODRIA CONTINUAR CON MI PROPUESTA y si sigue pensando igual después de ese día, realmente, no será una ignorante sino una persona muy poco humana.
YO SEÑORA PRESIDENTA, ME GANO EL RESPETO DE MIS ALUMNOS, NO LO IMPONGO. ME GANO EL DERECHO A UN MEJOR SUELDO, NO ME LO AUTORREGALO. ME GANO LA DIGNIDAD TRABAJANDO, NO HABLO DE ELLA EN DISCURSOS LLENOS DE AGRAVIOS... SI ESTA ES SU FORMA DE SER LA PRESIDENTE DE "TODOS", ME DA TREMENDA IMPOTENCIA. RECUERDE QUE LA VIDA ES UNA RUEDA, Y AQUEL QUE ESTA HOY ARRIBA MAÑANA PUEDE NECESITAR DE LOS DEMÁS POR ESTAR ABAJO...
¡NO DENIGRE A LA GENTE QUE TRABAJA!
CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN
4 de Marzo de 2012.-
Cada uno de los seres humanos nos situamos en la realidad que nos toca vivir de acuerdo a nuestra historia, a nuestra cultura, a nuestras experiencias, lo que va formando nuestra ideología.
Las maestras y maestros, llegamos a serlo la mayoría de las veces por una profunda vocación de solidaridad, en primer lugar con los niños, que son la masa con la que amasamos nuestro pan, y también con la sociedad, ya que queremos formar seres libres, pensantes, autónomos, profundamente críticos de la realidad, y sobre todo transformadores de la misma.
Llegué al Magisterio con el auténtico orgullo que tenemos todos los que alcanzamos ese importante escalón en nuestra formación, que nos permite poder transmitir conocimientos, arte singularmente valorado por todas aquellas sociedades que reconocen que su única salvación está en la educación de los futuros ciudadanos.
Trabajo que no puede ser reemplazado por ninguna máquina, porque no sólo requiere conocimientos, sino que se basa en el cariño, la confianza, en el trato afectuoso, en el gesto o la palabra de aliento, en la actitud sincera de importarnos lo que le pasa al otro, ya sea el alumno o la familia.
La familia es nuestra mejor aliada cuando atendemos sus necesidades además de las de los chicos.
Todo esto constituye un trabajo. No mirar para otro lado cuando el chico es golpeado, abusado o maltratado. No desconocer su situación de debilidad en una sociedad donde existen miles y miles de desocupados y sus hijos son nuestros alumnos.
Luchar para que la comida de los comedores sea la mejor para esos chicos y también para que junto con la comida aprendan a leer, a interpretar un texto, a conocer el mundo que los rodea, a apreciar y cuidar la naturaleza, a desenvolverse en la vida aprovechando los recursos que le proporciona el conocimiento de la matemática, a sentir placer con la lectura, a valorar los bienes culturales, a sentir el orgullo de ser argentinos conociendo la historia y el ejemplo de grandes hombres como Belgrano y San Martín, por nombrar sólo algunos de los que trabajaron desinteresadamente para hacernos un país libre y soberano. A afirmar sin eufemismos que las Malvinas son Argentinas. Todo ello es trabajo del maestro.
Me parece una obviedad refutar que trabajamos mucho más que 4 horas y que no tenemos tres meses de vacaciones. Porque sólo el que dice que la inflación es del 8% puede decir que de fines de diciembre al 13 de febrero son tres meses.
Lo que sí digo es que las palabras profundamente ofensivas vertidas por Ud., en la Asamblea Legislativa, hacia el conjunto de la docencia argentina, son producto de la ideología de la más rancia oligarquía, ligada a los intereses extranjeros, contra los que lucharon nuestros hombres de mayo.
Ud. le estaba hablando a legisladores que se aumentaron el sueldo a $ 35.000. ¿Pensó cuántos sueldos docentes podía pagar con esa suma?
Toda esa histriónica alocución responde nada más que a la necesidad que tiene su gobierno de seguir haciendo caja con el ajuste de los salarios de los estatales y los docentes.
Sea sincera, diga que se acabó el viento de cola en la economía y que necesita tener mano dura con los salarios porque necesita la plata, entre otras cosas, para pagar la ilegítima deuda externa contraída por la dictadura de Videla – Viola.
Resulta paradójico que vitupere, de palabra, a los genocidas, y que al mismo tiempo reconozca los compromisos económicos que contraídos por ellos con el exterior mientras masacraban a nuestros compañeros en la tortura.
Sra. Presidenta: ¿Ud. mandó a sus hijos a la escuela y a la Universidad estatal? Porque el mensaje subliminal de su discurso fue: “manden a sus hijos a la escuela privada”.
En todo caso, un gobierno nacional y popular, le debe sacar la subvención a las escuelas privadas para volcar esos recursos a la escuela pública, antes que algún techo sepulte a algún niño en una escuela.
Como debería haber pasado para evitar la masacre de Once, si los recursos en lugar de ir a los bolsillos de algún socio, en este caso Cirigliano, iba a la estatización del ferrocarril, al mantenimiento y fabricación de vagones, al impulso de la industria nacional, como corresponde a un gobierno como el que Ud. proclama.
¿Ud. alguna vez se preocupó por ver cómo viven los docentes argentinos? ¿Sabe qué cantidad de docentes no tiene casa y deben destinar cada vez más cantidad de salario al pago de los alquileres?
¿Ud. alguna vez se preocupó de la necesidad de capacitación gratuita y en servicio que tienen los docentes para llevar a cabo su tarea con calidad?
¿Alguna vez pensó cómo hacen para llegar a fin de mes docentes que ganan $2500? Lo que sí le puedo decir es que son muchos a lo largo y ancho del país.
¿Alguna vez se sintió tentada, como hizo Belgrano, a donar toda su fortuna para la creación de escuelas y morir en la pobreza?
No sé si sabe, Sra. Presidenta, que los maestros y profesores, además de ir a la escuela a dar clases, las tenemos que preparar, que hay un sistema de planificación que no podemos realizar en las escuelas, que también hay un sistema de evaluación, que tampoco podemos llevar a cabo en las escuelas, que debemos elaborar nuestro material didáctico, que por supuesto no se puede realizar en las escuelas, que debemos corregir pero no en horas de clase. ¿En qué tiempo estima Ud. que los docentes realizamos esas tareas? En el tiempo que Ud. considera “libre”, después de las 4 horas de clase, que para muchos son 8 o más porque deben trabajar en dos y tres cargos. Esas horas invisibles a sus ojos de Presidenta son horas de trabajo no pagadas. Como el tiempo que las mujeres empleamos en nuestras casas para lavar, planchar, cocinar, limpiar. Ese tiempo también es invisible para Ud.
Seguro que Ud. esos problemas triviales no los sufre, porque no debe realizarlos, pero las maestras y profesoras, en tanto mujeres comunes, sí los tenemos que hacer.
¿Ud. recuerda cuando en una huelga docente en Neuquén las balas asesinas de Sobisch le quitaron la vida a Carlos Fuentealba? ¿Recuerda qué reclamaba Fuentealba, apoyado y querido por sus alumnos y la comunidad de su escuela? Estaba en la ruta reclamando un aumento de salario, porque no le alcanzaba para vivir dignamente.
¿Sabía Ud. que gran parte de esos maestros y profesores suplentes que el Estado paga se debe a estrés postraumático debido a las condiciones de trabajo en las que se desempeñan? ¿No leyó en los diarios, Ud. que los lee todos los días, que a un Director de Pergamino casi lo matan a golpes? ¿Desconoce que eso pasa en gran cantidad de escuelas y de provincias y que cuando a un docente lo agrede un padre o un alumno se investiga al docente sin tomar medidas contra los agresores?
¿No pensó que sus palabras incentivaban la agresividad contra los docentes en lugar de acercar a la comunidad a los maestros de sus hijos o fomentar el respeto y el afecto hacia los maestros?
Seguiremos enseñando a respetar las investiduras democráticas, como la que Ud. representa, a pesar de los repetidos excesos verbales, hirientes y humillantes. Seguiremos generando ansias de libertad y emancipación a las futuras generaciones; seguiremos apoyando a las familias de nuestros alumnos, como lo hicimos hasta conseguir que entreguen las becas, porque su gobierno las declaró incompatibles con la asignación por hijo y más recientemente, cuando junto a otros trabajadores, con decisión, convencidos de que “la pobreza es un crimen”, luchamos hasta conseguir el salario Universal por hijo y la secundaria obligatoria.
Queremos a todos los chicos, sin distinciones, en la Escuela Pública, pero no empobrecida.
Seguiremos luchando hasta que nos devuelvan los salarios familiares para nuestros hijos y los hijos de todos los trabajadores estatales, porque tenemos derecho, es justo y necesario.
Esperamos que Ud. se retracte (por convicción o por conveniencia), que les pida disculpas a todas las maestras y maestros, profesoras y profesores que ha lastimado. Porque los que creen que fue un exabrupto están esperando sus disculpas. Aunque si lo hubiera sido ya tuvo tiempo suficiente de reconocerlo.
La unidad, el pueblo la logró con su propia fuerza. Enfrentó la debacle menemista, el 2001-2002, y forjó el superávit que su gobierno manejó estos años.
Es hora que la riqueza que generamos se derrame hacia los trabajadores.
Y no tenga dudas, Sra. Presidenta, que los docentes estaremos a la vanguardia en la lucha contra los enemigos de la Patria, que son muchos, de afuera y de adentro y no están entre nosotros.
El repudio generalizado que lograron sus palabras entre los docentes es más que contundente. Muchos de ellos, confundidos o de buena fe, la votaron el 23 de octubre.
Olvídese de que la vuelvan a apoyar.
Piense: Ud. hirió los sentimientos más profundos de la docencia argentina, y esa herida no es fácil de cerrar.
LIDIA BRACERAS
Secretaria General SUTEBA Quilmes