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9 de julio de 2016

Bicentenario de la Independencia Argentina

El 9 de julio de 2016 se cumplen 200 años de la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América (pulsar aquí para ver el acta).

Considero oportuna esta fecha para pensar en qué hemos hecho con los ideales de miles de personas que pelearon y dieron sus vidas para lograr la independencia. Mucho se ha escrito y dicho al respecto (libros científicos, libros de opinión, ensayos, notas periodísticas, etc.). Todo es bienvenido, todo sirve.

No obstante, me detendré en dos cuestiones. La primera, una pregunta. La segunda, un llamado de atención a todos los que quieran aprender historia.

Primera, la pregunta: ¿Por qué se tardaron 6 años en declarar la independencia desde que el 25 de mayo de 1810 se obtuvo la autonomía gubernamental?

A ver... En aquella Revolución de Mayo de 1810 (o movimiento, o golpe de Estado, o sublevación o como quieran llamarla) se logró tener un gobierno propio sacando a los españoles de la toma de decisiones (en realidad, no tanto porque en la Junta de Gobierno había 2 españoles, Domingo Matheu y Juan Larrea, y se juró lealtad al Rey Fernando VII que estaba preso en dominios de Napoleón Bonaparte).

Unos podrán plantear los numerosos problemas políticos existentes con los europeos, no solo España, sino ver qué posición tomaban Gran Bretaña y Francia. Pero los hechos parecen ser rebuscados tratando de justificar estas cuestiones cuando podemos ver que Ecuador declaró la independencia el 10 de agosto de 1809 y Paraguay lo hizo el 15 de mayo de 1811.

Considero que las personas y sus pueblos tienen lo que construyeron, fruto de sus acciones e inacciones que van delineando esa entelequia que todos conocemos como "ser nacional", es decir, cómo es -en general- tal pueblo.

Entre los dirigentes políticos y militares había diversas tomas de posición...
  • Declarar la independencia.
  • Seguir dependiendo de España.
  • Pasar a depender de Francia.
  • Pasar a depender de Gran Bretaña.
  • Nombrar a Carlota Joaquina como reina (hermana de Fernando VII que estaba en el actual Brasil con la corte de Portugal por ser la esposa del Rey Juan VI).

Es decir, los argentinos teniendo dudas, cuestionamientos y enfrentamientos entre sí desde el inicio de la llamada patria.

Hasta que las ideas se aclararan o se impusiera políticamente uno de los grupos no fue posible declarar la independencia.

Segunda, un llamado de atención a los que quieran aprender historia

Como expresé más arriba, todo es bienvenido. Pero cuidado, porque algunos trabajos pecan de no ser verdaderamente históricos y nada tienen de científicos. Tales trabajos pecan de "inexactitudes" respecto de los hechos que realmente ocurrieron. Es así que algunas personas deliberadamente obvian hechos y documentos para desarrollar sus propias ideas y apreciaciones sin mayores problemas (como ser, la falta de rigor, el no mostrar cuestiones que se oponen a sus propias ideas que quieren difundir y hasta imponer).

Si realmente se quiere saber de Historia hay que abordarla científicamente y eso significa dos cuestiones básicas...
  • No dejar de lado hechos y documentos.
  • Tener bien en claro la epistemología y los paradigmas científicos propios de la Ciencia Historia. Así, será más sencillo acceder a fuentes y autores confiables y evitar caer en "inexactitudes" o interpretaciones antojadizas. Hay muchísima gente que accede a trabajos de diferentes personas que se presentan como historiadores pero que no respectan ni la epistemología ni los ejes paradigmáticos y que pertenecen a escuelas historiográficas perimidas en el tiempo. Un ejemplo claro de ello es Felipe Pigna, que es un buen difusor, entretenido y hasta simpático que presenta a la Historia como cuento o novela, pero de Historia, científicamente hablando, poco. Otro caso es el de José María Rosa que presenta solo la documentación que apoya sus ideales y mucha de la misma cortada (casi nunca presenta documentos completos, solo transcribe las partes que le convienen a su posición). Se debe tener en cuenta que el revisionismo como corriente histórica data de 1930 y ya está perimida epistemológicamente hace más de 50 años.

¿Eso es importante? Sí, y mucho. Porque si presentamos a la Historia como un pasado de "buenos y malos" los argentinos seguiremos pensando de la misma forma al presente. Esto conlleva a tomar una posición específica y contraria a otra y así nos estancamos en discusiones bizantinas que ningún problema resuelven. Hace imposible la construcción de consensos y políticas de Estado que perduren en el tiempo.

Concluyendo:

200 años de historia de un Estado es mucho tiempo y mirando al pasado puede asustarnos el futuro. ¿Por qué? Sencillo... En estos 200 años de nuestra existencia como país independiente hemos hecho muchas cosas muy pero muy mal. No fuimos capaces de entender siquiera los ideales del para qué la independencia de un pueblo. No hemos podido construir un Estado verdaderamente republicano y se defenestran situaciones, procesos y personajes midiendo y valorando al pasado con estructuras de pensamiento actuales. Esto significa que no entendemos el "tiempo histórico" (situarnos en la época para entenderla). Mentiras, falsificaciones, pereza para la lectura y el estudio, prohibir el acceso a documentación, enfrentamientos fraticidas, corrupción estructural, populismos demagógicos, golpes de Estado, etc. son flagelos que es necesario superar. Para mirar al futuro construyendo consensos y políticas de Estado tendientes al desarrollo es necesario cambiar la mentalidad...
  • Estudiar científicamente historia, economía, ciencia política, etc.
  • Tomar hechos y documentos tal cual son y no tergiversarlos.
  • Dejar de lado discursos de barricada.
  • Construir en vez de destruir.

¿Es tan difícil? Para muchos argentinos parece que así lo es. Quizá las nuevas generaciones sorprendan con un real cambio revolucionario.

15 de junio de 2016

Las amistades desaparecidas

Me permito compartir este trabajo, "Las amistades desaparecidas", de Javier Marías; me parece un texto imperdible...

‘Las amistades desaparecidas’



La otra noche me forcé a llamar a una vieja amiga (lo es desde hace cuarenta y tantos años), para por lo menos hablar con ella, ya que en los últimos tiempos nos vemos poco. Poco, pero todavía nos vamos viendo, lo cual ya es mucho, pensé, en comparación con lo que me sucede con decenas de amistades, o les sucede a ellas conmigo. Me temo que nos ocurre a todos, y en algunos momentos produce vértigo acordarse de las personas dejadas por el camino, o –insisto– que nos han dejado a nosotros orillados, colgados o en la cuneta. A veces uno sabe por qué. Las peleas, las decepciones, las ingratitudes, son algo de lo que nadie se libra a lo largo de una vida de cierta duración, pongamos de cuatro décadas o más. Casi nada hiere tanto como sentirse traicionado por un amigo, y entonces la amistad suele verse sustituida por abierta enemistad. Uno puede no ir contra él, no atacarlo, no buscar perjudicarlo en atención al antiguo afecto, por una especie de lealtad hacia el pasado común, hacia lo que hubo y ya no hay. Lo que es casi imposible es que no lo borre de su existencia. Uno cancela todo contacto, pasa a hacer caso omiso de él, lo evita, y cabe que, si se lo cruza por la calle, mire hacia otro lado, finja no verlo y ni siquiera lo salude con el saludo más perezoso, un gesto de la cabeza.

Uno sabe a veces por qué. Curiosamente, las cuestiones políticas son, en España, frecuente motivo de ruptura o alejamiento. Si dos amigos divergen en exceso en sus posturas, es fácil que acaben reñidos sin que se haya dado entre ellos nada personal. Cabe la posibilidad de no sacar esos temas, pero es una alternativa siempre forzada: en el intercambio de impresiones se crea un hueco incómodo y que tiende a ocupar cada vez más espacio, hasta que lo ocupa todo y no hay forma de rodearlo, ni de disimular. Se charla un poco de fútbol, de la familia, del trabajo, pero la conversación se hace embarazosa, ortopédica, sobre ella planea el independentismo vehemente que uno de los dos ha abrazado, o su entrega a la secta llamada Podemos, o su conversión al PP, por ejemplo. Cosas que el otro no puede entender ni soportar. Hay ocasiones más sorprendentes en las que uno también sabe por qué: porque presenció una mala época del amigo, que éste ya dejó atrás; porque le prestó o dio dinero, o lo vio en momentos de extrema debilidad. Hay quienes, lejos de tenerle agradecimiento, no perdonan a otro el haberse portado bien, o el haberles sacado las castañas del fuego. Cuando echamos una mano, del tipo que sea, en realidad nunca sabemos si estamos creándonos un amigo o un enemigo para el resto de la vida, y eso es particularmente arriesgado hoy en día, cuando hay tanta gente necesitada de manos para sobrevivir. Por propia experiencia, cada vez que echo una, me pregunto si recibiré gratitud por ella o una inquina invencible e irracional, un desmedido rencor. Supongo que el mero hecho de pedir ayuda –más aún de recibirla– representa para algunos individuos una humillación intolerable que harán pagar precisamente al que se la presta. Al que estuvo en condición de ofrecérsela y por lo tanto en una posición de superioridad. Aunque éste no la subraye en modo alguno, aunque dé todas las facilidades y reste importancia a su generosidad, hay personas que nunca perdonarán al testigo de su penuria, de su desmoronamiento o de su decadencia temporal. De su fragilidad.

Otras veces alguien se aparta porque al otro le va demasiado bien y es un recordatorio de lo que no tenemos. O porque le va demasiado mal y es un recordatorio de lo que a cualquiera nos puede aguardar. En España hay que andarse con pies de plomo a la hora de mostrar los logros y los fracasos, la alegría y la desdicha. Un exceso de lo uno o lo otro es siempre un peligro, se corre el riesgo de quedarse solo y abandonado. Creo que era Mihura quien decía que un escritor afortunado debía hacer correr el bulo de que estaba gravemente enfermo, para permitir que se lo mirase con piedad y rebajar el resentimiento por sus éxitos: “Ya, pero se va a morir”, es un consuelo que atempera la envidia.

Pero demasiadas veces no sabemos por qué se desvanece una amistad. Por qué las cenas semanales, o incluso la llamada diaria, se han quedado en nada, quiero decir en ninguna cena ni una sola llamada. Sí, aparecen nuevos amigos que desplazan a los antiguos; sí, nos cansamos o nos desinteresamos por alguien o ese alguien por nosotros; sí, un ser querido se torna iracundo, o lánguido y perpetuamente quejoso, o exige invariablemente sin aportar nunca nada, o sólo habla de sus obsesiones sin el menor interés por el otro. De pronto nos da pereza verlo, nada más. No ha habido riña ni roce, ofensa ni decepción. Poco a poco desaparece de nuestra cotidianidad, o él nos hace desaparecer de la suya. Y falta de tiempo, claro está, el aplazamiento infinito. Esos son los casos más misteriosos de todos. Quizá los que menos duelen, pero también los que de repente, una noche nostálgica, nos causan mayor incomprensión y mayor perplejidad.

JAVIER MARÍAS

El País Semanal, 29 de mayo de 2016

29 de mayo de 2016

Echaron a un profesor del plan FinEs por querer tomar examen

Nota del Diario Infobae, 29 de mayo de 2016 Por: Claudia Peiró cpeiro@infobae.com
"La idea es que aprueben todos; cuanto menos contenido se les da, mejor", dice Bernardo Gorosito, docente en el CIC de Dock Sud, Avellaneda, de donde fue expulsado


El plan FinEs (Finalización de Estudios), creación del kirchnerismo, es un programa que permite a jóvenes a partir de los 18 años completar o incluso realizar la totalidad del secundario con una modalidad que les facilita el acceso al título.
El plan representa de por sí un drástico aligeramiento en términos de contenidos y carga horaria respecto a la educación formal; pero además, como lo denuncian reiteradamente los propios docentes que lo ejercen, su implementación es absolutamente irregular: los cursos se dictan en "sedes", locales que pueden ir desde una unidad básica hasta un bar, pasando por clubes, centros culturales o casas particulares; sitios donde el control lo ejercen "referentes", eufemismo que con frecuencia oculta a un puntero. Y es que el plan FinEs está extremadamente partidizado; opera como un mecanismo más de clientelismo.
Los casos de agresiones y aprietes a profesores –para que aprueben a todos los alumnos, no pasen faltas o incluso para que bajen línea política- son frecuentes. En esta entrevista, Bernardo Gorosito, profesor de "Comunicación y Medios" y de "Lengua y Literatura" en el plan FinEs de Avellaneda, cuenta las condiciones en las que trabajan y el modo en que lo expulsaron de una de las sedes.

— ¿Qué pasó en la sede del FinEs en la que usted trabajaba? Aclaremos que se trata de un secundario para adultos algo sui generis...
— Es un secundario que más que para adultos es para jóvenes que a partir de los 18 años pueden terminar la escuela secundaria. FinEs es Finalización de Estudios. La idea en su principio era que la gente pudiese terminar la escuela secundaria. La particularidad que tiene FinEs es que por ejemplo personas que pasaron por el último año de polimodal podían pasar directamente al 3er año.

— Al último.
— Al último año, con lo cual en un año terminaban el secundario. Tienen 10 materias por año. Para cada materia son 16 clases de 2 horas...

— En 16 clases dan toda una materia.

— Sí, se puede ampliar en algunos casos a dos clases más. El concepto es que son dos clases de recuperación para que los alumnos que no pudieron en las 16 clases completar o alcanzar el promedio de 7 pudiesen aprobar. La idea es que aprueben.

— La idea es que aprueben todos.
— Exacto. Cuanto menos contenidos se les pueda dar, mejor. Porque en un principio ellos no están acostumbrados a recibir contenido, porque en sus inicios, al ser un plan de gobierno, tenía intención de entregar títulos. Cuatro o cinco años después, se sigue con esta idea. Yo suelo tener muchos inconvenientes en ese aspecto porque doy contenido, me ajusto a la reglamentación. Los alumnos no pueden alcanzar ese contenido porque no tienen las competencias para hacerlo. O sea, no pueden por ejemplo definir cuál es el tema principal en un texto de 10 líneas. Un título de una noticia en un diario te lo pueden entender, pero no la bajada. Otros, por ejemplo, no escriben el nombre de la calle en la que viven de la forma correcta. Una alumna que vivía en la calle Manuel Estévez, escribió Manuel Estebes, con be larga y ese cuando es con ve corta y zeta. Ni siquiera pudo dar cuenta del nombre de la calle en la que vive...

— Que lo habrá visto escrito en algún lado.
— Sí, hasta en su documento. O sea, es una cuestión grave. Con lo cual, cuando aparece un profesor que viene con contenido y desaprueba, es perseguido.

— Hay una presión sobre el docente para que no enseñe. Y que tampoco evalúe.
— Bueno, el tema de la evaluación es un tema tremendo, porque no quieren ser evaluados. Esta semana, sin ir más lejos, me retiraron de tres comisiones porque los alumnos se quejaron. Ellos dicen "el profesor nos maltrata". O: "Nos descalifica por estar dentro del plan FinEs". Es un modo de presión que se arma con determinadas inspectoras y con gente de Desarrollo Social. Desarrollo Social tiene una presencia fuerte en Avellaneda porque es un distrito kirchnerista.

— Claro, porque es un plan en el que tiene más injerencia Desarrollo Social que las autoridades educativas.
— Exactamente.

— Es decir que se maneja como un plan social más.
— Sí, de hecho mi caso surge porque yo iba a tomar examen y los alumnos consideraban que no iban a aprobar conmigo por el tipo de contenido que yo les estaba dando. Me llamaron de esta sede, FinEs funciona en sedes, no en escuelas, y me dijeron "No venga". Pregunté por qué, y la respuesta fue: "el director del lugar no quiere que usted esté acá".

— ¿Qué era esa sede? Porque las sedes FinEs pueden ser unidades básicas, centros culturales, clubes, cualquier lugar.
— Cualquier lugar.

— ¿Esta sede en particular dónde está?
— Esta sede está en Dock Sud. Es un lugar sumamente político, lo llaman CIC, Centro de Integración Comunitaria. Yo fui de todos modos a la sede y ellos me hicieron un acta. La chica que hizo el acta fue alumna mía, aunque conmigo no aprobó; de hecho la tuve que ayudar a redactar el acta. Hablé con la inspectora. Pero en estos casos el ojo está puesto en el docente. "¿Usted implementó las estrategias pedagógicas necesarias?" Y sí, frente a estos casos de alumnos a los que les cuesta poder rescatar un tema principal en 10 líneas, el docente con experiencia sabe que va a ser más complicado, con lo cual va ajustando sus formas. "¿Pero, está seguro?", preguntan. "Y, sí".

— Ahora, todo tiene un límite también. Se puede adecuar el nivel, pero hasta un punto porque finalmente es gente que aspira a un título secundario.
— Sí, los alumnos van a buscar un título. Van a buscar un papel. No les interesa aprender en la gran mayoría de los casos, no digo en todos, de hecho hay casos de gente que va realmente a aprender. Y aprenden. En esas 16 clases, leen las propuestas que uno les das y empiezan a ver avances y dicen: "Profesor, yo hace 2 meses no podía leer así. En cambio hoy sí puedo".

— ¿Qué pasó finalmente en el CIC?
— Al CIC de Dock Sud, yo iba tres días a la semana, lunes, martes y miércoles; lo que conté primero pasó el lunes, el martes vuelvo y viene la inspectora. De hecho yo llegué antes que ella, entro al lugar y la referente me dice: "Te dijimos que no tenías que estar acá, que el director dijo que no tenías que dar clases".

— Aclaremos que la "referente" no es una autoridad educativa.
— No.

— Es una especie de puntera.
— Sí, sí, funcionan así, funcionan como punteros políticos. Y reclutan gente, de hecho...

— Reclutan gente a través de un plan educativo.
— Van a bajar línea. El profesor no puede decir nada, ellos en cambio sí. Te pueden poner carteles del kirchnerismo por todas partes, repartir volantes, incluso dentro del aula; de hecho, hace unas semanas, cuando la ex Presidenta tuvo que ir a Comodoro Py, bajaron la llave de la luz y a los tres profesores que estábamos dando clases en el lugar nos dijeron: "Profesor, tenemos que irnos porque se cortó la luz". Y al costado de la sede estaban los camiones esperando para subir y llevar a la gente a Comodoro Py para hacer la vigilia.

— Volvamos al CIC.
— El martes, después de decirme que yo no era aceptado en el lugar, la referente me agarra del brazo y me acompaña a la puerta: "Si querés la seguimos, ¿eh?"

— ¿Dijo eso?
— Me dijo eso. Eso es una amenaza. Cuando se lo comento a la inspectora, ésta me dice: "Es una interpretación suya". "No, es una amenaza", le digo. Y su comentario fue: "Bueno, profesor, si usted quiere lo agregamos al acta". Esas son prácticas... Yo tenía un "antecedente" porque no quise aceptar a una alumna que entró en la clase número 5, o sea, que ya había, para decirlo de una manera coloquial, gastado sus faltas. Pero ellos me dicen: "No, el alumno tiene derecho a estudiar". "Pero si la normativa dice que ya quedó libre", repliqué yo. "Es su derecho", repiten.

— O sea, la normativa del FinEs dice que por materia pueden tener 4 faltas, ¿no? Cuatro faltas sobre dieciséis clases.
— Así es.

— Pero en la práctica no se cumple.
— No.

— Tiene derecho a estar y punto.
— Ellos no dan cuenta de que hay derechos y obligaciones, y que por más que haya un derecho también hay límites. Ellos pasan por arriba de esa normativa, pero a cuando a ellos les conviene la normativa sí existe, si no, no.

— En concreto, ¿cuál es ahora su situación?, ¿una especie de suspensión?
— En estas tres comisiones sí. En el resto de mis comisiones yo sigo trabajando normalmente.

— Pero no en la misma sede...
— No, porque no puedo entrar al lugar. En las otras sedes sí. Que como decía, son clubes, son bares... de hecho hay una sede que funciona en un bar.

— En casas particulares también.
— En casas particulares. En las sedes te puede pasar cualquier cosa. Como a Andrés Trigo, que le pegaron, le puede pasar a cualquier otro profesor si el alumno no está de acuerdo con la forma en la que se lo va a calificar. O sea, eso siempre va a depender de la mirada y de la percepción del alumno.

— Recordemos que se trata de adultos.
— Sí, y no es el adulto que quizás asume que va a ir a estudiar, es un adulto que va a buscar una acreditación.

— Los alumnos del plan FinEs reciben además un subsidio por lo general...
— Muchos reciben el plan Progresar. Otros están en un programa que se llama Argentina Trabaja que por ley los obliga a tener el secundario. De modo que hay cierta relación.

— Estos títulos otorgados de esta forma tan sui generis son equivalentes al de cualquier otro colegio secundario.
— Exactamente. Un alumno del Colegio Nacional Buenos Aires va a tener exactamente el mismo título que uno que hace el FinEs.

— Que estudia la mitad del tiempo.
— Sí, y somos generosos diciendo la mitad del tiempo.

— Es una injusticia.
— Es una injusticia, absolutamente. Pero, en el plan FinEs, todos son, y somos, partícipes. El programa no es malo en sí, está mal implementado. Hay profesores que, por ejemplo, dan Biología, Lengua, Comunicación y Medios, Filosofía, Inglés, todo junto, todo la misma persona. ¿Toda esta variedad de materias la puede dar una sola persona? Y hay profesores que dicen: "la materia es hablada", por lo cual no hay marco teórico. Dar la materia no es "me leo un libro, un par de apuntes y ya está". Para dar una materia hay que estar preparado.

— ¿Quién tiene la última palabra en su caso?
—La jefa distrital, que es nueva, apareció con el nuevo gobierno, pero en la práctica hasta ahora no ha cambiado mucho.

— El FinEs sigue funcionando igual.
— Está como maquillado, está "como sí"... Pero en la práctica las sedes siguen siendo las mismas, deplorables, a veces se trabaja con un solo tubo de luz. Hay sedes en las que el pizarrón está apoyado en una silla y cuando escribís se viene el pizarrón encima y hay que dejar de usarlo. Y eso afecta también a los alumnos. Se deben preguntar: ¿en estas condiciones tengo que venir? Es degradante, es degradante para las dos partes. Si uno critica esto, la respuesta es: "Pero usted tiene otra posibilidad, si no le gusta esto, se puede ir". Esa es una respuesta muy común, incluso entre los mismos profesores, que muchas veces son militantes. Y estos militantes, si uno tiene otro perfil, empiezan a generar rumores, hablan con los alumnos, uno va a una clase y una semana está todo bien y otro día los alumnos están con los cuchillos así, porque un profesor en la clase anterior los agitó en contra de uno. Entonces se te van cerrando las posibilidades y vas saliendo, de a poco.

Enlaces...

17 de mayo de 2016

¡Arriba, Juan!

Excelente. Muy buen corto sobre educación basado en un cuento de Jorge Noro.
Y, ¿quién actúa? Miren, pasen y vean...
El video está realizado por la gente del Nuevo Mundo Educativo.


9 de mayo de 2016

Despedidas por mi jubilación

¡Mil gracias a todos!
Quiero agradecer todas las muestras de cariño y afecto recibidas por tantas personas. Familiares, alumnos, docentes, auxiliares, autoridades y amigos.
Desde días anteriores al 30 de abril mucha gente acercó sus buenos deseos para la nueva etapa que debo comenzar en mi vida. En el Don Bosco, Nacional, Instituto 127 e Instituto 178 me acompañaron todo el tiempo en mi despedida de las aulas. Muchas gracias a todos.

Aquí dejo algunas fotografías... (para verlas más grandes, pulsar sobre ellas)...

Regalos recibidos:



27 de abril, Instituto 127, con alumnos de 4º año:



29 de abril, Colegio Don Bosco, con alumnos de 5º año: Luego del saludo del día en que me despidió toda la escuela junto a "Peter" Baigorria (gracias a las autoridades, docentes y alumnos)...





29 de abril, Colegio Don Bosco, con profesores: Gracias "Cacho" por tus hermosas palabras en la despedida...



29 de abril, Instituto 127, con alumnos de 3º y 4º año: Se acercó Valerio, un ex alumno y amigo para acompañarme en este momento...



6 de mayo, cena en El Fortín con docentes:




7 de mayo, almuerzo en El Poeta con docentes (ex alumnos) del Instituto 127:



Nadie se enoje, por favor. Es que puse algunas de muestra. Faltan, por ejemplo, de la cena del 29 de abril con autoridades, docentes y bedeles del Instituto 127 (de ello no tengo fotos).

Algunas de las cartas recibidas (no publico los apellidos de sus autores porque me parece que no corresponde hacerlo)... También me guardo otras notas que, considero, no son "publicables" ya que contienen cuestiones muy personales de historias vividas en las aulas (por ejemplo Ivana, ex alumna del Nacional y mamá de una alumna del año pasado y actual)...









Y, para finalizar esta entrada, la profesora Giselle Carasales ha tomado una fotografía que para mí es muy importante... No solo por tratarse de una excelente docente, sino porque tiene "esa forma de ver" que a muchos nos falta... Tiene que ver con la perrita del Don Bosco, otro ser abandonado en la calle y que -como tantos otros- necesita de nuestro amor y acompañamiento (de eso se trata la educación). Es muy duro llevar la vida estando solo... Entonces, en honor a los perritos abandonados y a los chicos que están sufriendo en todo el mundo, esta imagen que "me mató"...


Gracias, a todos, eternas gracias...