Siempre que plantean un conflicto por alguna cuestión (sea o no justa, racional o traída de los pelos) lo único que se les ocurre hacer es un paro y cerrar las escuelas.
El jueves 31 de marzo, en una escuela secundaria pública en la que trabajo, a cada curso que entré (fueron 3) los alumnos me decían...
- "El lunes no hay clases".
- Ahá... ¿Y por qué "no hay clases"?
- "Porque hay paro".
- ¿Hay paro? Pero si hay un paro de "algunos" docentes ¿por qué no hay clases? Porque vienen muchos docentes a dar clases cada vez que hay huelga y siempre la escuela está abierta.
- "La preceptora nos dijo que no viniéramos porque no hay clases".
Nótese que las argumentaciones racionales no son entendidas o no quieren ser entendidas. ¿Por qué? Porque si a los alumnos les dicen "hay paro", no se alcanza a terminar de pronunciar la segunda palabra que ya se están yendo de la escuela. Esa actitud quiere decir mucho, muestra bastante respecto de qué significa la escuela y la educación para la mayoría de los jóvenes de las escuelas públicas.
En los recreos de ese jueves 31 de marzo, al reunirme con otros profesores, ninguno de los presentes sabía por qué era el paro del lunes 4 de abril; es más, la mayoría no sabía que había paro. Solo unos pocos dijeron que si había paro no vendrían a clases (por pudor me guardo lo que expresaron como razones de su adhesión).
No obstante la observación realizada sobre los alumnos y docentes, lo más indignante es que sean docentes (profesores y preceptores) los que fogonean el que no asistan a clases los alumnos. Y claro, parece que hay muchos "postulantes a ñoquis" en las escuelas públicas a los que cualquier excusa es buena para no cumplir con sus obligaciones.
A muchos preceptores, maestros, profesores y autoridades "parece" que nada les importa la educación de los alumnos. Se prenden en cualquier cosa con tal de no ir a la escuela.
A 2 preceptoras les pregunté si sabían por qué era el paro. Una dijo que no sabía y le contesté "entonces para qué decís que no hay clases porque si vos no vas a venir no significa que los otros no vengamos y, además, hacés un paro solo porque no querés trabajar, ni sabés por qué hay paro".
La segunda contestó "por el aumento de los sueldos". ¿Es preceptora y no se enteró que ese tema ya fue arreglado a fines de febrero? ¡Y sus cargos son docentes, deben enseñar! (¿qué puede enseñar una persona de estas características?).
A la tercera, ya enojado, le dije de mala manera que ellas estaban fomentando que el lunes la escuela esté vacía de alumnos con un montón de docentes en la sala de profesores hablando "al gas". Otro día perdido y nadie sabe por qué... O sí, porque no se quiere trabajar. Lo afirmo así clarito.
Esa actitud de decir "no hay clases" cada vez que a algún sindicato se le ocurre llamar a un paro es difundida profusamente por algunos medios de comunicación que titulan "El lunes no habrá clases". ¿No saben que hay miles de docentes que, aunque haya paro, van a trabajar igual?
Si alguien o muchos quieren hacer un paro, están en todo su derecho si las causas son justas pero antes deberían saber que hay otras formas de protesta que no significan dejar otro día sin clases a los alumnos. ¿Será que añoran la época en que un presidente populachero decía "Alpargatas sí, libros no"? Si es así, deberían salir de las escuelas y dedicarse a otra cosa.
Y los sindicatos... ¡Por Dios! Hasta se hacen llamar "gremios", ¡son docentes y no saben la diferencia entre sindicato y gremio y deberían enseñarlo! Y si de bajos conocimientos de docentes vamos a hablar, acá les muestro la impresionante cantidad de horrores en la escritura que figuran en el llamado al paro del lunes 4 de abril en la página de la FEB...
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Para terminar esta nota haré referencia a uno de los puntos que figuran en la página de otro sindicato, el SUTEBA y en la página de la CTERA... Dicen que uno de los reclamos es "por la continuidad de todos los programas socioeducativos nacionales" como Conectar Igualdad, FinEs, Administradores de red, CAJ, etc. CUIDADO, porque varios de estos planes han sido un rotundo fracaso pedagógico y han servido para dilapidar recursos que, bien asignados, podrían establecer una buena diferencia entre tener una mala educación o una buena educación en la República Argentina. Tener una buena educación no pasa por planes sospechados de todo tipo de corrupción. Por eso, el lunes estaré en la escuela, ni loco apoyaría semejante desquicio (como, por ejemplo, Conectar Igualdad).
Si hay docentes que fomentan el "no hay clases", de docentes nada tienen, es una total y absoluta contradicción. Como mucho podrían decir que tal día algunos docentes harán paro.