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20 de mayo de 2019

¿Están mal formados nuestros docentes?

A raíz de difundirse en las redes sociales y las noticias, incluso a nivel nacional, que una docente no sabía en qué continente estaba Ucrania en el programa “¿Quién quiere ser millonario?” (República Argentina, mayo de 2019), muchos comenzaron a hacerse la pregunta… ¿Están mal formados nuestros docentes?

Es injusto criticar a la docente participante difundiendo burlas y hasta escraches virtuales; también la prensa nacional comentó este caso con la fotografía de esta persona. Y es injusto porque no es el único caso; casi todos los días tenemos difusión de noticias y comentarios acerca de docentes que no saben determinados temas (algunos son muy básicos, como cuentas de matemática simples o faltas de ortografía más que infantiles, correcciones mal realizadas, etc.); también se difunden acerca de malos tratos o malas actuaciones en clase, el no saber resolver situaciones o el manejar grupos.
¿Están mal formados nuestros docentes? La respuesta no es tan simple. Hay docentes muy buenos, otros buenos, también regulares y malos. Este es un tema que hace ya muchos años varios docentes venimos llamando la atención por diversos medios y a nadie parece importarle dentro de los organismos de toma de decisión; tampoco a muchos docentes.
Por ello, contaré algunos de los problemas que varios docentes hemos venido avisando desde hace ya muchísimos años atrás respecto de este tema.


Un poco de Historia

El sistema educativo viene degradándose desde hace muchos años. Algunos dirán desde “la noche de los bastones largos” (1966), otros tomarán el desquicio universitario ocurrido luego de las elecciones presidenciales de 1973 o directamente apuntarán a la última dictadura militar. Nada de esto justifica que en pleno siglo XXI estemos en una situación muy preocupante en cuestiones educativas porque si los procesos iniciados en aquellos años citados han provocado gravísimas consecuencias en el mediano plazo, también hay que saber que poco bueno se ha hecho desde 1983 en adelante; casi todo lo que se hizo contribuyó a empeorar el sistema educativo.
El gobierno de Alfonsín organizó y llevó adelante el “II Congreso Pedagógico Nacional”, pero luego de 1987 (cuando se terminó y se publicaron sus conclusiones y recomendaciones para tomar medidas en el ámbito educativo) lo cajoneó. Sí, dejaron todo bien guardado y nada se implementó de lo acordado.
En 1989 asumió la presidencia Menem y con el Ministro de Educación Antonio Salonia parecía que el asunto cambiaría porque comenzó a tomar medidas con base en las recomendaciones y conclusiones del “II Congreso Pedagógico Nacional”. No obstante, ello duró solo 3 años. Salonia tuvo que renunciar al ver que el gobierno decidió realizar una reforma educativa que nada tenía que ver con lo resuelto en el histórico congreso; así, se sancionaron varias leyes, la madre del desastre fue la Ley Federal de Educación N° 24.195 con sus EGB y Polimodal, entre otras barbaridades. Políticos y docentes adherentes al Partido Justicialista comenzaron a cambiar el sistema educativo vigente por otro ya fracasado en otros lugares del mundo.
Seguidamente llegó al gobierno la Alianza con De la Rúa que prácticamente nada hizo de fondo para revertir el desastre que se estaba produciendo.
Con la crisis del 2001 y años siguientes, los problemas socio-económicos de la población repercutieron negativamente en el sistema educativo. Esto fue potenciado por los 3 gobiernos de los Kirchner con resoluciones y decisiones más cambio en la Ley de Educación Nacional N° 26.206. Todas medidas equivocadas respecto de lo que se tendría que haber hecho si el objetivo era mejorar la educación en la República Argentina.


Los sindicatos, ¿qué defienden?

Los sindicatos docentes hace ya muchos años se han convertido en uno de los mayores culpables de la tragedia educativa argentina. Las razones de esta afirmación son muchas y solo mencionaremos algunos puntos pertinentes al tema abordado en este trabajo…
  • Cualquier disconformidad o problema, paro. En los últimos 17 años, contabilizados los paros realizados, se perdió un año completo de clases. Desde el ciclo lectivo del 2016, muchos paros se produjeron con fines extorsivos en lo político y sin ningún tipo de razón que pueda considerarse válida; por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, en el 2019 se llegó a un acuerdo, los sindicatos firmaron la paritaria salarial y a los pocos días realizaron otro paro.
  • Los sindicatos apoyaron decisiones implementadas por el poder político solo por su adhesión al partido que gobernaba en un determinado momento. Esto lo podemos observar a modo de ejemplo con la aprobación en la provincia de Buenos Aires de la Resolución N° 5886/03 sobre concursos docentes en los Institutos Superiores de Formación Docente y también los técnicos contradiciendo lo establecido por el Estatuto del Docente.
  • Los sindicatos defienden abiertamente a los docentes que cometen delitos e irregularidades como el pedir licencias por enfermedad para irse de viaje.
  • Jamás hicieron reclamos en el sentido de exigir que se mejore la calidad de la educación.
  • Muchos sindicatos de docentes han hecho política explícita dentro de las escuelas y hasta han apoyado candidaturas para elecciones cuando eso es una ignominia porque no todos los afiliados a un determinado sindicato apoyan a tal partido político; usaron sus recursos económicos para cuestiones partidarias.
Si bien estos no son los únicos puntos que podríamos plantear para determinar concretamente el grado de responsabilidad que les cabe a los sindicatos en la tragedia educativa argentina, esta escueta numeración sirve para tomar consciencia del problema de fondo que hay en la docencia argentina: Muchos docentes no saben cuáles son las funciones que le competen a las distintas instituciones y avalan su mala utilización de recursos y actuaciones concretas. Es gravísimo porque los docentes son los que deben enseñar estos temas. Entonces, ¿qué enseñan?

¿Qué sucede en las escuelas con los docentes?

El país es enorme, grandísimo, con poca población y regiones enteras donde ninguna actividad humana se ve. Venimos de situaciones en que la formación docente es inexistente en muchos lugares. Hay pueblos en donde matemática es enseñada por el almacenero de la esquina porque es el único adulto que sabe hacer las cuentas; y es muy bueno que eso pase en determinadas circunstancias, sobre todo, si ese almacenero lo ha venido haciendo con dignidad y se ocupó de un faltante en su comunidad. Claro, no es lo deseable, pero nuestro país en el siglo XIX comenzó a formarse de esa manera, “con lo que había”; por ejemplo, un muchacho de 15 años fundando una escuela (Domingo Faustino Sarmiento) en una comunidad porque no había.
Este ejemplo, extremo estando en el siglo XXI, nos sirve para ir tomando dimensión de nuestra realidad. No solo porque hay mucha gente que no ha tenido formación docente que está enseñando o ejerciendo una tarea que debería hacerla un docente, sino para ver que, encima, hay docentes que están mal formados. ¿Mal formados dónde?
Las deficiencias en los docentes en cuanto al bagaje cultural, el saber su área de conocimiento a enseñar, tener valores, actitud de perfeccionarse constantemente, educación general, etc. no solo tienen que ver directamente con temas que se deben aprender en los Institutos formadores de docentes o en las Universidades, también influye lo aprendido en la familia, su historial educativo (jardín, primaria, secundaria) y lo que se vive en la sociedad.
Ya en la década de 1990 (mediados y fines), en las reuniones de institutos formadores de docentes se trataba con preocupación el tema de la poca lectura previa de los ingresantes a las carreras docentes. En varios se intentaron realizar prácticas áulicas y fuera de las aulas para revertir esta situación. Pero todo lo que se iba decidiendo desde los organismos gubernamentales atentaron contra ello… Aumentar el facilismo, el sin esfuerzo, el verso de contener a los alumnos implementando una permisividad inaudita en todas las prácticas supuestamente educativas, las exigencias de tener pocos repetidores, no tomar en cuenta las reiteradas ausencias, tomar exámenes más fáciles, acortar los programas de estudio para el año escolar y también para quienes se llevaban a rendir materias, etc. Un ejemplo patético es que en la campaña de elecciones legislativas del 2017, la candidata a senadora Cristina Fernández expresó, dirigiéndose a la juventud en un multitudinario acto, las siguientes palabras… “Ustedes no necesitan que nadie les dé clase, ustedes pueden dar clase a todos”. Esta aberración inconcebible resume muy bien lo que fue el sistema educativo durante los años de sus presidencias (2007-2015). Ese es un buen resumen del mensaje bajado desde un sector del poder político.

Así llegamos con serios problemas en muchos docentes que, incluso, ni siquiera saben hablar bien (ya ni se espera que sea en forma correcta) nuestro idioma castellano. Los “haiga” son muy comunes y de ahí para adelante, todo lo que se pueda imaginar. Por ello es que muchos docentes aceptan, dentro de la pedagogía permisible, que cada uno hable como quiera y se acepten las palabras cortadas, las frases ininteligibles; han justificado positivamente que en las redes sociales escriban en forma de jeroglífico y últimamente, el llamado “lenguaje inclusivo”. Todo esto dentro de una –digamos– idea de mejorar la inclusión; claro que nada tiene que ver con la inclusión el hacer un mal uso del idioma materno; lo que sucede es que al haber un bajo conocimiento sobre cuestiones tan básicas y no promover el estudio, se acepta cualquier cosa porque así se tapan las propias limitaciones y pasan más desapercibidas. Y hay un caso testigo de la trágica situación de muchos docentes. La nueva directora del Colegio Carlos Pellegrini (en la CABA, dependiente de la UBA) quiere fomentar la utilización del “lenguaje inclusivo” en esa casa de estudios.
Al ver que tenemos serios problemas con nuestro propio lenguaje, todo lo demás se puede comprender mucho mejor. Por ejemplo, que existan “docentes militantes”, que es un oxímoron (figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto); no se puede ser docente si en clases se hace política partidaria. El docente debe enseñar la verdad, la ciencia y no realizar propaganda política a favor de un determinado partido político o ideologías políticas específicas.

¿Qué sucede en los Institutos Formadores de Docentes?

Las épocas han ido cambiando. Por ello, la gente también cambia. Lo primero a destacar es lo mismo del final del punto anterior: Los “docentes militantes”. Sí, en las carreras de formación docente, algo inaudito. La gravedad de esta situación tiene que ver con el que haya docentes formando a otros docentes que no saben (o no quieren saber) que no se debe hacer militancia partidaria específica. Un docente en formación debe recibir ciencia y formar el pensamiento libre, no el sectario. Si un docente no sabe esto que es básico no debe estar formando a futuros docentes. Simple y sencillo.
Entonces, al ir pasando los años, los docentes formadores se van jubilando y se producen los llamados a concurso para ocupar las diversas cátedras. En estos concursos (que en la provincia de Buenos Aires contradicen al Estatuto del Docente pero los sindicatos lo apoyaron desde el 2003) se puede observar que lamentablemente muchas veces se producen problemas que tiempo atrás no había. Por ejemplo, denuncias por amistad entre algún jurado y un concursante, denuncias por considerar mal hecha la evaluación, denuncias por puntaje mal dado desde las Juntas de Calificación; pero lo peor de todo, es que hay descalificaciones por fuera del concurso de parte de quienes no ganaron y ellas con altos índices de violencia. Es un tema muy preocupante porque deja al desnudo que la calidad profesional ha bajado sustancialmente en una profesión que, en tiempos ya lejanos, tenía a los docentes con gran reconocimiento social; eso se está perdiendo y se comprende mejor por qué es así.

Uno de los temas que hace muchos años se vienen tratando es que son muy pocos los buenos alumnos del nivel secundario que eligen la carrera docente. Esto significa que aquellos que son conscientes de que tienen que estudiar, esforzarse, que tienen muchos libros leídos en su historial académico y valores aprendidos en la casa, en su mayoría, eligen otras carreras. Por ello es que en las carreras docentes, al menos en la mayoría de los casos, no están cursando los que se pueden considerar muy buenos alumnos. Pero esto, en sí, no sería un gran problema porque en la “formación docente”, justamente, se debe formar al docente y ello trae aparejado trabajar en los puntos antes citados para solucionarlos. Pero no se hace en la mayoría del sistema educativo.

Otras circunstancias y realidades que vienen arrastrándose desde hace no menos de 2 décadas es la cada vez menor utilización que se hace de las bibliotecas por parte de quienes se están formando para ser docentes. Es decir, además de que traen deficiencias serias en cuanto a lecturas previas, tampoco en la formación docente se está leyendo lo suficiente. Y este tema se potencia por un asunto muy preocupante… Desde hace muchísimos años, las bibliotecas de los institutos formadores (sobre todo, del interior del país) carecieron de los mínimos recursos para adquirir material relevante. Es decir, las bibliotecas no eran muy buenas al tener serias restricciones en cuanto a obras necesarias para la carrera docente.
También nos encontramos con situaciones de permisividad en cuanto a las faltas de los alumnos y de los mismos docentes que, incluso, llegan tarde a clases y hasta ¡se van antes de que termine la hora! Sumemos los pedidos de licencias por enfermedad o atención de familiar para irse unos días de vacaciones, el plegarse a cuanta huelga o protesta haya en danza para no dar clases, las ausencias de alumnos que en muchos casos son continuadas y con excusas inadmisibles, el no prestar atención a las clases, el protestar cuando se encuentran con un docente que exige estudio y hasta entrega de trabajos prácticos que son diferidos en el tiempo una y otra vez para “dar oportunidades”.
El plan de estudios de las carreras docentes acordado por el Consejo Federal de Educación son tan malos que parece que los hiciesen así a propósito para que la formación docente sea una burla a la inteligencia. Este tema fue abordado y dado a conocer por los docentes e incluso institutos formadores de docentes que no tuvieron mella ni en las autoridades políticas, ni en las autoridades educativas, ni en sus pares formadores de docentes y mucho menos en la sociedad. Es como si a nadie le importase un asunto de "extrema importancia". Y, encima, muchos institutos tomaron la política interna de acortar los contenidos específicos a enseñar a solo aquellos que figuran en los planes de estudio de las escuelas secundarias; pasando en limpio, significa bajar el nivel para elevar la cantidad de recibidos; otra aberración inconcebible.

Finalizando

Cuando se trata de una sociedad hay que tener en cuenta cómo las personas viven junto a otras para que la vida sea posible y no estemos como en la selva matándonos unos a otros. Sí, el “contrato social” es básico saberlo por parte del docente porque debe enseñarlo.
Es aquí donde hay que llamar la atención sobre una cuestión fundamental. Pocos docentes saben bien cómo es el “contrato social” vigente en este país o en cualquier otro. No conocen la Constitución Nacional ni la enseñan como corresponde en las escuelas secundarias ni en varios Institutos formadores de docentes. De esta manera se abren puertas hacia lo desconocido y hasta se ven delirios difundidos a más no poder por los que deberían ser ciudadanos y que se están preparando para formar a los futuros ciudadanos. La llamada “postverdad” está profundizando un peligroso relativismo en todas las cuestiones que produce un ataque directo hacia la ciencia, su forma de construir conocimiento y, sobre todo, hace desaparecer al “sentido común” que hoy, podríamos decir, es el menos común de los sentidos.


Algunos enlaces de interés

Ley Federal de Educación N° 24.195…
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/17009/texact.htm

Ley de Educación Nacional N° 26.206…
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/ley-de-educ-nac-58ac89392ea4c.pdf

Desde el 2002 al 2019 se perdió un año entero de clases por paros docentes…
https://www.lanacion.com.ar/politica/los-egresados-perdieron-casi-un-ano-de-clases-desde-que-entraron-a-la-escuela-nid2205106

Ustedes no necesitan que nadie les dé clase…
https://www.perfil.com/noticias/politica/en-medio-de-un-acto-cristina-mostro-su-apoyo-a-la-toma-de-escuelas-en-capital.phtml

Directora Carlos Pellegrini lenguaje inclusivo…
https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-primera-rectora-al-frente-del-colegio-nid2224393

¿Qué es eso de la postverdad?
https://fmmeducacion.blogspot.com/2017/08/que-es-eso-de-la-postverdad.html

11 de marzo de 2019

Las cuidadoras: una realidad invisibilizada y una deuda extraordinaria

Las cuidadoras: una realidad invisibilizada y una deuda extraordinaria

Autora: Julieta Olaso (1)

En estas fechas donde las mujeres y sus luchas por la igualdad se tornan más visibles quisiera invitarlos a reflexionar sobre un trabajo a tiempo completo: el de las cuidadoras, en femenino.

Todos y cada uno de nosotros ha necesitado, necesita y necesitará cuidados. La necesidad de cuidados nos implica a todos de alguna otra manera y en diferentes matices, formas y medidas a lo largo de nuestro ciclo vital.

La sociedad asume el cuidado de otros como un rol femenino, totalmente naturalizado dentro del reparto de tareas y responsabilidades. Así las mujeres, cumpliendo su rol de género, deben cuidar a las personas dependientes.

Podemos reflexionar sobre esta realidad y discutir si nos corresponde a nosotras como mujeres, o al conjunto de familias o al Estado, como responsable y garante del bienestar general.

En ese contexto me interesa abordar la problemática del cuidado como una de las tareas femeninas fuertemente invisibilizada y que, al mismo tiempo, provoca la invisibilización de las mujeres, la apropiación de sus experiencias y la negación de la complejidad de este universo. La cuidadora (en femenino) generalmente es responsable del bienestar del otro, lo que implica un abanico de actividades y responsabilidades, debe estar en permanente disponibilidad, ser soporte emocional, afectivo, relacional, organizativo, físico, mental, amoroso, y un sinfín de etcéteras.

Por lo general, las mujeres representan cerca de un 90% de los cuidadores. El perfil es de mujeres de entre 50 y 60 años, sin ocupación laboral remunerada y cuya relación con la persona cuidada es familiar, hijas, también esposas, madres. En caso de tener un trabajo fuera del hogar, a falta de otras mujeres al interior de las familias se suelen buscar ayudas en redes de amigas, vecinas, cuñadas, etc.  Y también muchas veces se recurre a una cuidadora que generalmente es una mujer inmigrante cuyo trabajo de cuidadora es habitualmente en condiciones precarias.

¿Se trata de una división sexual del trabajo “lógica y natural”?, ¿de decisiones personales y/o familiares? ¿El sistema patriarcal refuerza este ordenamiento? Más allá de las ideologías y representaciones personales sobre el género, el cuidado es representado socialmente como inherente a los roles del género femenino, sin olvidar que en el mercado laboral la mujer gana menos y, por lo tanto, el sistema condiciona la toma de decisiones y el reparto de tareas al interior de las familias.

Desde una perspectiva de género y al interior de las familias, ¿se trata de un acuerdo entre las partes?, ¿de un consenso en igualdad de condiciones o se puede pensar que es un falso consenso producto de relaciones asimétricas de poder entre los géneros que lleva a las mujeres a asumir la responsabilidad del cuidado con todas las sobrecargas, las responsabilidades, las renuncias que ello implica? Podemos deducir que esta forma de entender y abordar la realidad esconde una división sexual del trabajo que discrimina, somete, infravalora, encierra y limita al género femenino dentro de un orden establecido y tácito. Considero que debemos entenderlo como un problema individuar y/o familiar, pero sobre todo como un problema de género, estructural.

Además, tradicionalmente, en cuanto a la separación dicotómica del espacio en público/privado hay mucho que pensar. Me pregunto si esta representación de la realidad simplemente es entendida históricamente desde las categorías del género masculino. Es una representación de los espacios socialmente aceptada en la cual el género masculino ha ocupado la esfera pública para su trabajo, sus relaciones, y la privada es un espacio de recogimiento, su refugio, su descanso, de tiempo propio, de ocio, de desarrollo personal, intelectual, etc.

Desde una perspectiva de género, la esfera privada representa todo lo contrario para las mujeres, es un espacio para la atención de lo ajeno y el cuidado de los otros. Es importante reflexionar profundamente sobre el espacio y el tiempo para desmontar esta falacia: para las cuidadoras la esfera privada no representa ni un espacio ni un tiempo de recogimiento, ni de descanso, ni de ocio, ni de desarrollo personal. Muchas veces se trata de un espacio que esclaviza, limita, empobrece, que no es solo personal, familiar, sino también social, político, económico e institucional. El espacio “privado” y el TIEMPO son muy diferentes según el género.

Ahora bien, el “compromiso de cuidados” comprende un amplísimo abanico de tareas que contienen altas dosis de estrés, de cansancio, de miedos, de sentimientos encontrados, presiones sociales, sentimientos de culpa, renuncias, sacrificios, abandonos personales  y TIEMPO. Las mujeres como responsables de los cuidados están faltas de tiempo propio, son donantes de prácticamente todo su tiempo.

A nivel institucional y saliendo de los marcos familiares, pensemos lo que sucede cuando alguien ingresa al hospital: es acompañado por un familiar que brinda cuidados y casi siempre es mujer. Cuando le dan el alta no es porque ya está totalmente recuperado, lo envían a casa a continuar un tratamiento o un reposo pero aún requiere de cuidados sanitarios que Sanidad delega y traslada a la familia y recae generalmente en una mujer.

Podemos pensar que no solo se trata de sostener y ayudar a quienes necesitan cuidados, que es mucho más que eso, desde una perspectiva de género estos trabajos son un soporte para las personas y las familias, pero sobre todo es vital para el funcionamiento del sistema capitalista y patriarcal.

El carácter doméstico de los cuidados es un pilar fundamental y fundante del sistema patriarcal que refuerza la desigualdad y las relaciones asimétricas de género


Imagino a muchos hombres y mujeres diciendo al leer estas líneas: “no todos los hombres…”, “esto no es así…”, “yo conozco a un hombre que cuida a su madre…”, etc. Por supuesto que existen, claro que sí, y agrego que en esos casos, tan escasos como bienvenidos y necesarios, siempre se glorifica, se exalta y se torna visible la labor de esos hombres que realizan tareas consideradas “femeninas”, fuera de su ámbito, acciones que generalmente se llaman “ayudas” y que, dicho sea de paso, habitualmente son escasas, insuficientes y puntuales.

Además de todo ello, hay que sumar el vacío existencial que sufren las cuidadoras cuando la persona que cuidaban muere, especialmente si era un progenitor al que cuidó durante años o  décadas. Cuidados que consumieron su juventud, su tiempo, su atención, embargando su futuro por ayudar a los suyos, exponiéndose a  situaciones de extrema vulnerabilidad. Suele ocurrir que las cuidadoras se quedan literalmente solas, sin un oficio, sin estudios, sin experiencia laboral, sin cobertura social, sin ingresos, pasando los 50 años, sin relaciones socio afectivas, sexuales, emocionales, familiares, sentimentales, sin redes sociales ni amistades, y sin nadie que las necesite, sin proyectos. SOLAS.

Necesitamos un nuevo paradigma que priorice la sostenibilidad de la vida a la acumulación del capital.

Nos falta una Ley de Dependencia efectiva, resolutoria, seria, real, responsable y justa. ¿Por qué? Porque como ciudadanos y como sociedad tenemos una deuda extraordinaria con las CUIDADORAS.

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(1) Julieta Olaso es Doctora en Antropología, autora del libro La represión y las luchas por la memoria en Argentina y España y de numerosos artículos en revistas científicas de España y Argentina. Colabora con la Asociación de Familiares de Alzheimer AFA Costa Dorada,  es coordinadora, autora y docente del taller “Recuperem junts la memòria  de la nostra comarca”. Fue finalista I PREMIO INTERNACIONAL JOAQUÍN RUÍZ GIMÉNEZ al mejor trabajo en lengua castellana sobre Filosofía Jurídica y Política o sobre Concepto, Fundamento o Historia de los Derechos Humanos, de la FUNDACIÓN GREGORIO PECES-BARBA para el Estudio y Cooperación en Derechos Humanos. Sus principales líneas de investigación y análisis son la recuperación de la memoria, el patriarcado, las relaciones de género, los derechos humanos, los movimientos sociales, etc.

18 de enero de 2019

Hagamos 2 Argentinas

HACEMOS 2 PAÍSES Y EN 10 AÑOS VEMOS

(Esta es una versión más de tantas; no tenemos el dato de dónde salió la original)...

Llévense medio país.
La mitad que prefieran.
Nos da igual.
Nos quedamos con el 50 % más pobre, no hay problema.
Y ustedes hagan la patria socialista.

Lleven a sindicalistas, punteros políticos, políticos "progres", zurdos parásitos, empresarios prebendarios... Todos los que viven de nuestros impuestos juntitos puteando.

Les dejamos la mitad del país, la pampa húmeda o la parte que más les guste; no importa, elijan ustedes qué parte quieren.

Los 8 millones que trabajamos y aportamos nos vamos a la otra mitad.

Ustedes hagan un país comunitario socialista. Y en 10 años vemos qué país tiene menos pobreza.

Les dejamos el CONICET, al Papa, a Grabois, a Cristina, a Lázaro Baez y todos los personajes que gusten. Que los gobierne Milagro Sala con su justicia.

Nosotros nos llevamos a los que ustedes dicen que son fachos y que se levantan de madrugada para trabajar y pagar impuestos.

Les dejamos que en su mitad prohíban el glifosato, la minería, la siembra directa... Prohíban los despidos y paguen 3 aguinaldos por año. Hagan paros, marchas y piquetes todos los días que se les ocurra rompiendo todo. No importa.

A la escuela de ustedes los niños pueden ir cuando quieran y no tienen obligaciones. No repiten y el profesor que aplaza a alguien lo mandan para nuestro lado. Pongan un baño unisex y que las chicas vayan mostrando las tetas; nos da igual.

En nuestras escuelas pedimos dedicación y premiamos a los mejores alumnos con becas en empresas. Y cumplen horarios, cumplen con sus obligaciones y estudian, tanto los niños como los profesores.

Y docente que pide muchas licencias, se lo mandamos a la patria socialista para que no sufra el infierno del capitalismo.

Lo que es innegociable para nosotros es la facultad de filosofía y letras, esa se la dejamos y hasta le ponemos un moño de regalo. Con todos los del Partido Obrero adentro para que sean felices.

Eso si, por favor no nos pidan un acuerdo de libre comercio o libre tránsito, porque la única puerta de entrada es una que arriba tiene un letrero que dice "Aquí se trabaja para vivir".

¿Se creen que somos idiotas?
¿Que no vemos las cosas que hace el gobierno?
Solo lo toleramos para ver si podemos escapar de ese gran grupo que nos viene viviendo hace 70 años.

Hagan la patria socialista, disfruten... Pero no nos pidan más que trabajemos por ustedes.


O si prefieren, esta otra...


24 de octubre de 2018

Mi pariente kirchnerista (parte 5)

La siguiente es una serie de diálogos (algunos reales, otros retocados) de los intercambios matenidos con un pariente kirchnerista más la interacción en diversas redes sociales viendo cómo es esta gente, los preconceptos que tienen, sus contradicciones, etc. Una cuestión muy embromada es que como no tienen un solo argumento para sostener sus ideotas, siempre terminan agrediendo e insultando.

He tratado de tomarlo con un poco de humor... Pero es difícil...





23 de octubre de 2018

Mi pariente kirchnerista (parte 4)

La siguiente es una serie de diálogos (algunos reales, otros retocados) de los intercambios mantenidos con un pariente kirchnerista más la interacción en diversas redes sociales viendo cómo es esta gente, los preconceptos que tienen, sus contradicciones, etc. Una cuestión muy embromada es que como no tienen un solo argumento para sostener sus ideotas, siempre terminan agrediendo e insultando.

He tratado de tomarlo con un poco de humor... Pero es difícil...










19 de octubre de 2018

Mi pariente kirchnerista (parte 3)

La siguiente es una serie de diálogos (algunos reales, otros retocados) de los intercambios matenidos con un pariente kirchnerista más la interacción en diversas redes sociales viendo cómo es esta gente, los preconceptos que tienen, sus contradicciones, etc. Una cuestión muy embromada es que como no tienen un solo argumento para sostener sus ideotas, siempre terminan agrediendo e insultando.

He tratado de tomarlo con un poco de humor... Pero es difícil...










16 de octubre de 2018

Mi pariente kirchnerista (parte 2)

La siguiente es una serie de diálogos (algunos reales, otros retocados) de los intercambios matenidos con un pariente kirchnerista más la interacción en diversas redes sociales viendo cómo es esta gente, los preconceptos que tienen, sus contradicciones, etc. Una cuestión muy embromada es que como no tienen un solo argumento para sostener sus ideotas, siempre terminan agrediendo e insultando.

He tratado de tomarlo con un poco de humor... Pero es difícil...










13 de octubre de 2018

Mi pariente kirchnerista (parte 1)

La siguiente es una serie de diálogos (algunos reales, otros retocados) de los intercambios matenidos con un pariente kirchnerista más la interacción en diversas redes sociales viendo cómo es esta gente, los preconceptos que tienen, sus contradicciones, etc. Una cuestión muy embromada es que como no tienen un solo argumento para sostener sus ideotas, siempre terminan agrediendo e insultando.

He tratado de tomarlo con un poco de humor... Pero es difícil...