Estas campañas que ensucian a los docentes no son ingenuas. En 1994 y en 1997, los informes internos del Banco Mundial expresan que la opinión pública de Argentina está muy consustanciada con la escuela pública y que, para privatizarla, hay que atacarla y desprestigiarla para así cambiar el ánimo de los argentinos y que se acepte el objetivo trazado.
Hay miles de escuelas en el país y es muy fácil encontrar algún rincón sucio en algún lugar. Esto que estamos observando es una campaña. No me van a decir que los docentes, todos juntos y al mismo tiempo, se convirtieron en proxenetas y pedófilos. Hoy sacan a relucir algunos casos y cuando la campaña termine, los casos aislados seguirán y en la televisión no veremos nada de nada, cambiará el ángulo del ataque.
En años anteriores el ataque se producía cuando aparecían los paros. Hoy estamos en un plan de lucha con varios paros y en los medios, nada se ve al respecto.
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