Audio y texto del editorial expresado en el programa "Se Pudrió Todo",
emitido por FM 88.7 de San Nicolás de los Arroyos el 21 de Noviembre de
2017...
El 20 de noviembre conmemoramos el Día de la Soberanía Nacional. La fecha fue instituida desde el año 1974, durante el tercer gobierno peronista y es feriado desde el año 2010, presidencia de Cristina Fernández.
¿Por qué es el Día de la Soberanía Nacional?
Básicamente, debido a que el peronismo tiene a Juan Manuel de Rosas como un antecedente que es mostrado como defensor de nuestra soberanía. La fecha del 20 de noviembre de 1845 refiere a la batalla de la Vuelta de Obligado. En ella, fuerzas militares de la provincia de Buenos Aires al mando de Lucio Mansilla, enfrentó a barcos ingleses y franceses que estaban remontando el Río Paraná con el fin de comerciar en los puertos del interior, principalmente, de las provincias de Entre Ríos y Corrientes. Luego de 7 horas de combates, lograron pasar venciendo a nuestros heroicos hombres.
Pero… ¿Rosas defendía la soberanía nacional?
No, eso es parte del falseamiento de la historia.
Resulta que en aquella época todas las provincias tenían sus propios gobiernos sin que exista un gobierno nacional. Por ello, instaurar como Día de la Soberanía Nacional al 20 de noviembre es un error. La República Argentina todavía no era una república ni tenía un Estado argentino formado; no había Constitución Nacional ni gobierno nacional. Pero, además, la intención de Juan Manuel de Rosas, siendo gobernador de la provincia de Buenos Aires, era hacer cumplir el bloqueo a los ríos interiores que él mismo impuso a todas las demás provincias. Resulta que en 1835 dictó la Ley de Aduanas por la que se establecía que todo el comercio realizado por el océano debía pasar por el puerto de Buenos Aires prohibiendo a los puertos del interior hacer lo mismo. ¿Por qué Rosas impuso esto? Porque al realizar exportaciones e importaciones se pagan impuestos y éstos se pagaban en el puerto de la provincia y así Buenos Aires tenía muchas ganancias que no iban a las provincias del interior.
Urquiza, que era el gobernador de Entre Ríos, estaba muy interesado en ampliar sus negocios y ya tenía contactos con empresas europeas para realizar actividades comerciales.
Entonces, cuando barcos de Inglaterra y Francia intentaban navegar por el Río Paraná para llegar al puerto de Paraná, Rosas se opone y los enfrenta. Es decir, no fue por una defensa de la soberanía sino para seguir imponiendo el pago de impuestos solo en el puerto de Buenos Aires. No fue luchar por la soberanía sino por dinero.
Esta situación, el conmemorar algo falso, nos tiene que hacer pensar qué nos pasa a los argentinos que no respetamos los hechos concretos que sucedieron en nuestra historia… Qué nos pasa que conmemoramos falsedades, derrotas y fallecimientos en vez de verdades, victorias y nacimientos. Por qué tanta gente tiene problemas para ubicar en su justa medida las conceptualizaciones y realidades institucionales. ¿Puede haber tanto desconocimiento en los argentinos de cuestiones tan básicas?
¿Cómo es posible que se tomen como verdades indiscutibles falsedades que nada tienen que ver con la realidad? Porque este asunto, como tantos otros, no es de ahora. Las falsedades en nuestra historia vienen desde el siglo XIX, muchos que se dicen “historiadores” han mentido descaradamente. ¿Por qué lo hacen?
Bartolomé Mitre mintió sobre los verdaderos hechos porque quería dar historias de vida que formen a las nuevas generaciones en valores específicos como el sacrificio, la honestidad, el dar todo por el país, un país que estaba en formación y había que crear una “conciencia nacional”. Mitre hizo una historia en donde todo era blanco o negro, bueno o malo. Así, los personajes fueron clasificados falseando hechos, realidades e inventando anécdotas inexistentes.
Luego aparecieron los llamados “revisionistas” que desde la década de 1930 van tomando cada vez mayor importancia. Ellos reivindican a muchos de los “malos” de Mitre y dan vuelta las explicaciones. Pero también falseando hechos y realidades.
Algunos ejemplos de grandes falsedades sobre nuestra historia son que French y Beruti repartieron cintas celestes y blancas y que los desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar fueron 30.000.
Montones de libros se escribieron sin tener el más mínimo respeto por la Historia como ciencia. Más que libros de historia son novelas. Y ahí entramos en otro terreno… La Argentina es una novela… Hoy lo podemos ver en las discusiones políticas en que se miente descaradamente sobre todo. Incluso, sabiendo la verdad y publicando la pertinente documentación, hay gente que sigue repitiendo las mentiras.
Sí, la Argentina es una novela… Es Argensauria… Argensauria como novela de ciencia ficción.
Pero analizar eso… Eso es para otra historia… Porque la verdadera historia, es lo que ocurrió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, exprésese educadamente; de lo contrario, el comentario será movido a Insultos, descalificaciones, ataques, etc.
En esa entrada se permite decir lo que se le venga en gana y como quiera.