Inexacto. El vaso que estoy viendo no llega al 10 % (en su sector lleno), es decir, mucho menos que la mitad. Además, esos eufemismos utilizados para escaparle a la realidad (medio lleno, desafíos, reflexión, etc.) no van conmigo... Nada de “relatos”, de “diagnósticos permanentes”, de “vasos medio llenos”, etc. Conmigo cuentan las realidades que veo y que puedo proyectar como consecuencias a tener en el futuro. Y lo que veo es muy malo.
Hace muchos años que vengo diciendo, expresando y publicando mis observaciones sobre lo que sucede en las escuelas. El lunes 2 de diciembre de 2013 se dio a conocer el último informe de la Evaluación PISA… Argentina está en el puesto 59 entre 65 países. En el 2009 estábamos en el puesto 58… Y seguiremos cayendo.
Pero claro, cuando yo, en lo personal, Martín Maglio, expresa sus observaciones y conclusiones, entonces es el viejo, el dinosaurio, el estructurado, “el que mira el vaso medio vacío”. Sin embargo, todo lo que he dicho y vaticinado se ha cumplido.
En estas condiciones, las escuelas secundarias (y, sobre todo, las públicas más que las privadas, aunque cada día se suman de estas últimas) estafan a los alumnos. Se dan certificaciones a quienes terminan 6° año que de nada les servirá porque lo que dicen tales documentos no tiene correspondencia con la realidad. Una realidad que les romperá la cara a los “egresados” que no tienen formadas actitudes ni aptitudes ni adquirieron conocimientos para afrontar una responsabilidad laboral (como cumplir un horario) ni para afrontar las exigencias de estudios de nivel superior... Y tampoco afrontar la vida misma al no llegar a la ciudadanía plena. Por eso, los títulos que "se otorgan" son una estafa al decirles a los alumnos, a sus familias y a la sociedad que tal alumno adquirió lo que se certifica, pero la realidad es lo contrario.
Y este año me harté de estafas y mentiras. Y, lamentablemente, a muchas de ellas las veo en gran cantidad de escuelas…
- Acuerdos institucionales que no se cumplen.
- Fiesta de Educación Física que demuestra la falta de trabajo durante el año (no saben ni pegarle a una pelota de voley) y que al terminar, viene la "otra fiestita" y por eso al otro día tampoco hay clases.
- Muestras del área artística (en mi escuela se llama ArTeatro), una excelente idea arruinada por desafinaciones inconcebibles en adolescentes y payasadas como el “supuesto baile o danza contemporánea” y maestros de ceremonia que hacen papelones. O que al terminar quedan sólo 30 personas presentes.
- Profesores de historia que no saben cuestiones básicas como la diferencia entre Estado y gobierno (y lo tienen que enseñar).
- Alumnos que -digamos como ejemplo- en 5º año del secundario son semianalfabetos ¿qué hicieron los docentes de primaria y secundaria de años anteriores?
- Departamentos que no cumplen con sus funciones; en muchas escuelas se sigue sin haber consensuado los programas para las diversas materias y cuando llegan los exámenes surgen graves problemas.
- Libros de aula: Primer año de toda mi historia docente (31 años) que observo que los libros de aula no reflejan ni siquiera mínimamente lo sucedido en el año. Libros sin completar, los preceptores y los docentes no completan los feriados, salidas educativas, charlas fuera de la clase, el día sin alumnos, etc. Así no se puede realizar ningún tipo de análisis medianamente serio sobre la realidad de la escuela.
- Reuniones Plenarias con docentes en las que hay presentes un mínimo porcentaje del total.
- Reuniones del Consejo Consultivo en que la ausencia de la mayoría de sus miembros es una constante. Inconcebible.
- Reuniones de departamento a las que, con suerte, "alguien" se presentó.
- Alumnos que faltan constantemente y nunca pierden la regularidad. Ni hablar de llegar a horario, eso ya es una rareza.
- Infraestructura edilicia paupérrima exponiendo a la gente a tener graves consecuencias físicas por "accidentes" (calefactores de explotan, cielorrasos que se caen, etc.).
Esta breve numeración de realidades es solo un reflejo de cuestiones que no funcionan. La lista real es más larga.
A esto hay que sumarle (a modo de ejemplificación)...
- La tremenda "buRRocracia" exigida por el Estado provincial y la injerencia en forma permanente del Estado nacional (sobre todo, en año electoral). Si sumamos a la Municipalidad y sus actos políticos a los que obligaban la presencia de las escuelas, entonces cerramos un círculo en donde es más que evidente la utilización de los recursos e instituciones del Estado para la propaganda política del partido gobernante.
- Docentes inescrupulosos que faltan en forma constante y permanente "agarrándose" de cualquier excusa. Ni hablar de los que yendo a la escuela no enseñan y se la pasan "paveando" toda la hora de la "supuesta clase".
- Familias ausentes, porque muchos chicos están solos o dentro de un marco socio-"familiar" que no es positivo para su formación como ciudadano.
- Alumnos que no se comportan como tales; faltan constantemente; si van, entran tarde, no cumplen con las tareas pautadas, no estudian lo que se les indica, la mayoría son semi-analfabetos que ni saben escribir sus propios nombres y apellidos; mienten sobre situaciones personales y de aula; todos los intercambios sociales están manchados de violencia y de esa forma afrontan cualquier inconveniente provocado por la interacción social.
Un apartado final para los docentes que apoyan este desquicio
¡Memoria, por favor! Recordar...
Lo que se supone estudiaron para llegar a ser docentes. Porque varios han apoyado aventuras pedagógicas y curriculares que nada tienen que ver con lo que un docente debería saber. Desde la organización escolar, las funciones específicas que le corresponden a la escuela, aceptar la intromisión de sectores políticos partidarios en la gestión escolar, aceptar políticas gubernamentales totalmente contrarias a la república y el federalismo, etc. ¡Y son cuestiones que deberían enseñar!
Antes de este 2013 y de este gobierno, también varios docentes han apoyado barbaridades implementadas por otros gobiernos. Por ejemplo, la década de 1990. ¿Qué sucede, no se acuerdan cuando apoyaron los cambios desde la promulgación de la Ley Federal de Educación? ¿Y, en qué quedó semejante apoyo ante el descomunal fracaso? ¿Van a seguir con el mismo método de apoyar cualquier cosa en forma a-crítica y contrariando lo que es el conocimiento de la educación sólo porque es aplicada por el gobierno del cual son adherentes? ¿Dónde están ahora tantos docentes que apoyaron al Partido Justicialista durante la década de 1990? ¿Dónde están los adherentes al Partido Radical que miraron para otro lado cuando Alfonsín cajoneó las conclusiones del II Congreso Pedagógico Nacional? La respuesta es más que obvia.
Conclusión
Señores, no mirar el "vaso medio vacío" significa no querer ver ni resolver los problemas existentes. Además, los deja en evidencia en cuanto a desconocer aspectos esenciales, básicos y fundamentales de lo que es una escuela y el SER UN DOCENTE.