El texto que sigue contiene los temas desarrollados...
“Charla Debate sobre el Proyecto de Ley de Medios”
25 de septiembre de 2009
Federico Martín Maglio
25 de septiembre de 2009
Federico Martín Maglio
Hay dos temas:
- Cómo se tratan los temas importantes en el país.
- Lo que plantea la Ley de Medios Audiovisuales.
Cómo se tratan los temas importantes en el país
Desde los inicios de nuestro país, incluso antes estamos limitados con la BIPOLARIDAD.
Por ejemplo, saavedristas-morenistas, unitarios-federales, rosistas-antirosistas… peronistas-antiperonistas, alfonsinistas-antialfonsinistas, dictadura-democracia… River-Boca… Hoy, kirchnernistas-antikirchneristas.
Pero no son todos los argentinos los que caen en esta trampa. El problema es que aquel que no entra en esta bipolaridad, es acusado por parte de los bipolares de ser opositores y, en su caracterización, entran a jugar conceptos como gorila, golpista, derecha, izquierda, sos popular o estás contra el pueblo… Si alguien sale a decir que este proyecto de Ley de Medios Audiovisuales tiene problemas y hay que analizar posibles cambios, automáticamente los kirchneristas lo acusan de ser oligarca, gorila, empleado de Clarín, contrario a lo popular, etc.
Este tipo de pensamiento bipolar frena cualquier intento de desarrollo nacional… Y así estamos. Nada se puede construir. O estás con uno o con otro y entre estos dos polos no hay posibilidad de diálogo.
Entonces, cuando unos tienen mayoría circunstancial (porque toda mayoría es así, sólo por un tiempo) quieren imponer todo lo que se les ocurre o beneficie en el menor tiempo posible, antes de que esa mayoría circunstancial cambie. Los otros, tratan de frenar esas iniciativas haciendo tiempo y esperando que llegue el día de que cambie la mayoría circunstancial y así hacer… O los cambios a lo que se hizo antes o plantear cosas nuevas.
Pero si la mayoría circunstancial se circunscribe al Congreso, hay un problema. Porque los que se dicen opositores podrán plantear cambios al actual proyecto de Ley de Medios Audiovisuales que serán vetados por el Poder Ejecutivo.
En esta forma de concebir la política es imposible construir para todos los argentinos.
Se concibe a la política como enfrentamiento y no como conflicto. Veamos la diferencia…
En el enfrentamiento no es posible llegar a consensos. Todo se piensa en términos de IMPOSICIÓN.
En cambio, si estuviésemos planteando a la política como conflicto, el mismo puede tener una resolución por CONSENSO.
Las decisiones impuestas no construyen a futuro. Son cambiadas, reformuladas o desechadas cuando las mayorías circunstanciales cambian.
Las decisiones consensuadas sí construyen a futuro. Al cambiar la mayoría circunstancial, no son cambiadas ni reformuladas.
Es más, “democracia” y “república”, conceptos de los que todos hablan, en este contexto, no pueden existir. “Democracia” no significa ir a votar cada 2 años e imponer una mayoría circunstancial. Y la “república” no existe cuando hay habitantes en lugar de ciudadanos. Y para que haya ciudadanos debe haber crítica en lugar de obediencia al líder, al caudillo; con caudillos, la “república” desaparece.
Esto repercute directamente en la seguridad jurídica del Estado y la posibilidad o no de que haya inversiones, proyectos a mediano y largo plazo… Es decir, POLÍTICAS DE ESTADO.
Una Política de Estado es aquella que fue consensuada por diversos sectores de pensamiento e interés y que se respetan y se cumplen independientemente de quien tenga la mayoría circunstancial.
Vamos a un ejemplo…
Si hoy tuviese, digamos… 10 millones de pesos que me gané en el Quini 6 y quisiera invertir parte de ese dinero en un canal de televisión, hoy no lo haría ni loco porque no sé con qué me van a salir, no sé qué dirá la nueva ley en su redacción definitiva.
Si esta ley es sancionada y promulgada a mediados de octubre, tampoco invertiría porque debería esperar a que asuman los diputados y senadores elegidos el pasado 28 de junio y ver qué cambios plantearán a esta ley. Y, suponiendo que en abril del año próximo se termine esta historia con la sanción y hasta promulgación de esos cambios… ¡Me pondría a pensar en que en el 2011 hay elecciones otra vez!
Como se verá, de esta forma, nada se puede hacer. Todo se para, se dilata… Si en realidad quisiera poner el canal de televisión, no me quedaría otra alternativa que recurrir a “amistades, sobornos, componendas, etc.”.
Si a este ejemplo lo trasladamos a otros campos, como ser obras de infraestructura, educación, salud, generación de energía, etc., entonces podemos tener una visión un poco más clara de por qué la República Argentina está en permanente estancamiento de cuestiones esenciales y fundamentales.
¿Por qué somos así la mayoría de los argentinos? Porque en realidad, de esta forma no todos piensan, pero sí una mayoría, tanto de los dirigentes como del pueblo.
Explicaciones habrá muchas para dar, pero en este ejemplo de la Ley de Medios Audiovisuales salta a todas luces una de estas características: Los argentinos arrastramos una tradición caudillezca que es suicida.
Si el CAUDILLO dice una cosa, sus adherentes y seguidores la repiten como loro sin pensar en forma crítica si tal cosa es factible, razonable o tiene aspectos para modificarle. Si al otro día el caudillo dice otra cosa, estos adherentes y seguidores cambian el casete y se ponen a repetir lo nuevo.
Con el Kirchnerismo se dan 2 ejemplos patéticos al respecto… El tema del FMI (antes era la causa de todos nuestros problemas y ahora es un organismo que nos abriría las puertas al mundo) y el tema de Clarín (era un aliado porque los apoyó en las elecciones del 2003, 2005 y 2007, pero cuando salió a criticar lo sucedido desde la Resolución Nº 125, pasó a ser un monopolio, una empresa mafiosa, etc. Es más, el Poder Ejecutivo había dado su autorización para la fusión de Cablevisión y Multicanal. Hoy, hasta usan empresas del Estado para “hacerle la guerra”; Aerolíneas Argentinas no acepta transportar los diarios Clarín y La Razón).
Esta idea de CAUDILLISMO lleva consigo la concepción de que el Estado y el Gobierno son lo mismo y que ganar una elección habilita al caudillo a hacer con el Estado lo que se le ocurra.
Con esta forma de pensar la política (obedecer ciegamente al caudillo de turno, gobierno y estado son lo mismo, imponer porque ganó una elección) hace que seamos subdesarrollados en lo político. Nos faltan muchas lecciones hasta lograr aprender que el poder lo tiene el pueblo y no un caudillo. Que ganar una elección jamás habilita para hacer lo que se le venga en gana a nadie, que imponiendo no es la forma de resolver los conflictos, que la etiqueta de gorila, derechazo o zurdo en realidad tapa la ignorancia de la verdadera Ciencia Política en cuanto a buscar soluciones para la gente y a los problemas del país.
Como hemos podido ver en el proceso que está teniendo el tratamiento de la Ley de Medios Audiovisuales, estos vicios de la política aparecen por todos lados, no sólo en muchos dirigentes, sino también en las opiniones de la gente y en el discurso de las grandes empresas como Clarín.
Unos, no entienden que plantear que el proyecto del Poder Ejecutivo tiene problemas y que debe ser modificado en varios aspectos no significa ser empleado de Clarín, ser gorila, ser de derecha, ser golpista… Otros, no entienden que el kirchnerismo puede tener ideas interesantes que merecen ser analizadas y tratadas y no por eso se es autoritario y dictatorial.
Oficialismo y muchos de la oposición cometieron errores y, lo peor del caso, es que no están dispuestos a asumirlos. No hay diálogo. No hay búsqueda de consenso porque piensan que la política es confrontación, imposición.
Además, otro problema. ¿No se conocen los verdaderos significados de los conceptos “monopolio” y “oligopolio”? Se repite alegremente desde el gobierno que Clarín es un monopolio cuando eso no es verdad ¿mienten a sabiendas o porque no saben?
Lamentablemente, en mucha gente de mi gremio, los docentes, también existe esta forma de concebir a la política. Y me lamento aún más por ellos que por los políticos, porque son los docentes los que deben enseñar estas cosas. Pero como muchos tienen deficiencias serias y graves respecto del conocimiento de estos temas, entonces me pregunto ¿qué enseñan? ¿Cómo puedo esperar un cambio a futuro en este país si hay docentes que hacen lo que no hay que hacer y repiten este pensamiento bipolar y caudillezco que nos ha ahogado por más de 200 años?
En realidad, estoy muy preocupado porque no veo que esta situación pueda cambiar.
Lo que plantea la Ley de Medios Audiovisuales
En el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo hay varios artículos que son conflictivos y que deben ser analizados como corresponde para lograr su reformulación y tener una ley de medios acordada por el consenso entre las diversas fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Nación. Hasta Mariotto mismo dijo ayer que la Ley tenía algunos puntos que deberían reformularse al verse expuesto ante la requisitoria de varios senadores.
Este proyecto debería tratarse con tiempo suficiente para poder consensuar Políticas de Estado serias y perdurables en el tiempo. Además, esta ley debe ir acompañada de otras, como por ejemplo…
- Una ley sobre pauta publicitaria del Estado nacional.
- Una ley sobre Internet y todo lo que ello trae aparejado.
- Una ley sobre acceso a la información pública.
El proyecto es extensísimo, tiene más artículos que la misma Constitución Nacional. Una Ley Nacional sobre Medios Audiovisuales debe legislar sobre temas generales. Tal como está, no respecta el concepto “federalismo” ya que son las provincias las que deberían realizar muchas de las funciones que hoy se arroga el gobierno nacional. Si nos fijamos en el artículo 52, vemos que el federalismo no existe (se obliga a los licenciatarios a tener domicilio en la Capital Federal).
Artículos 10, 11, 12 y 14:
La autoridad de aplicación se creará en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional pero en el artículo 11 se dice que esta autoridad será autárquica. Es un contrasentido, sobre todo, teniendo en cuenta lo que establece el artículo 12, inciso 1. En el artículo 14 el asunto se complica más. El directorio tendrá 5 miembros designados por el Poder Ejecutivo Nacional, 2 por la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, etc. Pero si va a ser autárquico (artículo 11), entonces significa que hay un contrasentido o el Poder Ejecutivo Nacional no tiene idea del significado de “autarquía”. De la forma en que está planteado, es peligroso ya que las decisiones quedarán supeditadas a los “caprichos” del Poder Ejecutivo Nacional de turno.
Además, si todavía no se entiende la diferencia entre Estado y Gobierno, es lógico suponer que la aplicación de esta ley obedecerá a los caprichos del gobierno –y caudillo- de turno.
Artículo 25:
Se exceptúan de las limitaciones para tener un medio a las empresas de servicios públicos. Pero estas empresas participan periódicamente de licitaciones lo que puede llevar a “manipular” la información en su beneficio por acuerdos “por pauta publicitaria” o “para ganar la licitación”. Por ejemplo, Telefé (que es de Telefónica) ha limpiado toda su programación para “no incomodar” al Poder Ejecutivo Nacional.
Artículos 33 y 34:
El 33 establece que las licencias se otorgarán por un período de 10 años. El 34 dice que las licencias serán susceptibles de prórroga por ÚNICA VEZ por un plazo de 10 años.
Esto es realmente grave.
Artículo 38:
Gravísimo. 1) Un licenciatario no podrá tener más de una señal a nivel nacional. Esto significa que si algún grupo tuviera (o tiene hoy) más de un canal de televisión, deberá cerrar los otros. Por ejemplo, el Grupo Clarín tiene TN, Canal 13, Volver, Canal Rural, etc. Cada uno orientado a diferentes temáticas. Por este artículo deberá quedarse con uno sólo y nos perderíamos de los otros canales. 2) Los licenciatarios no podrá prestar servicios a más del 35 % del total nacional de habitantes o de abonados a los servicios referidos en este artículo. Incluso, sin tener en cuenta que pone un límite de 3 licencias en total para diversos medios.
¿Por qué se está planteando cerrar servicios existentes en vez de ampliarlos? Claramente, aquí se ve que es un ataque frontal contra el grupo Clarín.
¿La gente que apoya esta iniciativa tiene conciencia de lo que significa? Aquí se paran las inversiones que pudieran beneficiar a millones de habitantes.
¿Y si en algún lugar del país no hay otra posibilidad de que sólo llegue el servicio de una determinada empresa?
¿Y qué sucede con los servicios de cable, deberán cortar-suprimir la señal de algunos canales porque no hay otros compitiendo? Esto es inaudito.
Artículo 57:
La ley establece qué hay que transmitir. Esto es ilegal e inconstitucional. Por ejemplo, que el 50 % de la música nacional sea de producción independiente donde el autor y/o intérprete ejerza los derechos de comercialización de sus propios fonogramas.
Cualquiera que haya estado en el tema de la música sabe que esto es de imposible cumplimiento.
El punto a.iii limita seriamente a los que el gobierno dice querer apoyar, a diversas organizaciones sociales ya que puede haber (y hay) alguna que sólo pueda transmitir material de otros medios y no tenga producción suficiente para la propia.
Artículo 70:
Se establece que las emisiones o retransmisiones por televisión de programas deportivos… darán lugar a una contraprestación económica (para entidades deportivas). ¿Qué pasa si un medio con muy pocos recursos económicos quiere transmitir un juego regional o local? No podrá pagarlo y las informaciones deportivas no llegarán a la gente. Imaginemos que lo mismo diga acerca de las escuelas (como que las escuelas deben cobrar cada vez que un diario publica alguna de sus actividades). En el interior del país, es muy común que los canales locales transmitan deportes de sus localidades y no pagan a los clubes, no por explotadores, sino porque no tienen con qué hacerlo.
Artículo 77:
Expresa cuánto es el tiempo en que se debe transmitir. El mínimo establecido es de 10 horas diarias para radios y 6 horas diarias para televisión. Una escuela con un proyecto de radio comunitaria jamás podría cumplir este requisito. Tampoco un Instituto Superior de Formación Docente o uno Técnico o quizá hasta una Universidad.
Concluyendo
No puede ser que haya “ciudadanos” que quieran la sanción de esta ley o su rechazo sin haber leído el proyecto y analizado críticamente. Muchos apoyan porque repiten lo que dice el caudillo. Muchos rechazan porque es una propuesta del kirchnerismo sin ponerse a analizar algo que nos podría beneficiar a todos, como también podría perjudicarnos.
Este tipo de prácticas, el apoyar o rechazar sólo porque es adherente u opositor, nada tiene que ver con la democracia y la república.
Más grave aún es que haya sindicatos y organizaciones que se pronunciaron a favor del proyecto oficialista sin haber consultado con sus afiliados (como lo hizo SUTEBA).
Si no se madura en cuanto a conocer realmente qué significan conceptos como “ciudadanía”, “república”, “monopolio” y “Políticas de Estado”, no habrá forma de mejorar la vida de los argentinos. Seguiremos con prácticas políticas suicidas que se han ido repitiendo una y otra vez y parece que nada hemos aprendido de tantos conflictos y fracasos reiterados. No existe ser vivo en la naturaleza que cometa 2 veces los mismos errores. Ni siquiera los humanos son reiterativos una y otra vez en los errores… Salvo nosotros, los argentinos, que nos enfrascamos en luchas fraticidas sin siquiera saber, realmente, de qué se trata.
Este proyecto nada dice acerca de tener o no la posibilidad de acceder a servicios que son esenciales en el siglo XXI en forma barata y hasta gratuita de banda ancha para toda la población; pero si se hace referencia a que esto ya es una realidad en otros países y hasta en la misma República Argentina (en la provincia de San Luis la banda ancha es gratuita) entonces callan porque nada pueden decir debido a que de este tema el líder nada dijo. Hoy ni las escuelas tienen este sistema pero las autoridades educativas envían toda la información y exigen que se le envíen materiales e información del trabajo escolar por vía internet. Un contrasentido que genera innumerables problemas, gravísimos problemas a todas las escuelas.