Lamentablemente, he tomado la decisión de no contestar entradas anónimas ya que hay personas (o una) que lo único que hace es atacar en forma personal y no debate ideas. Quizá sea alguien a quien le molesten las cosas que se escriben aquí. Es triste que el fascismo siga vigente en el siglo XXI.
En este país, como en tantos otros de mi querida América latina, han pasado cosas terribles escudándose en el anonimato. Los docentes no debemos ignorar esas barbaridades y no podemos consentir que la práctica de atacar a otra persona en forma anónima, sea quien fuere, siga vigente.
Saludos.
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